Encontrados 12 resultados para: dormía

  • Entonces el Señor Dios hizo caer sobre el hombre un sueño profundo, y mientras dormía le quitó una de sus costillas, poniendo carne en su lugar. (Génesis 2, 21)

  • La lámpara de Dios todavía no estaba apagada, y Samuel dormía en el templo del Señor, donde estaba el arca de Dios. (I Samuel 3, 3)

  • David y Abisay fueron de noche al campamento; Saúl estaba acostado en el centro del campamento y dormía, con su lanza clavada en la tierra, junto a su cabecera. Abner y la tropa estaban acostados a su alrededor. (I Samuel 26, 7)

  • El pobre no tenía nada; sólo una corderilla que había comprado. Él la había criado y había crecido con él y con sus hijos; comía de su pan, bebía de su vaso y dormía en su seno. La tenía como una hija. (II Samuel 12, 3)

  • ella se levantó a medianoche, tomó a mi niño de mi lado, mientras tu sierva dormía, y lo acostó en su regazo, y a su hijo muerto lo acostó en mi seno. (I Reyes 3, 20)

  • Elías respondió: "Dame a tu hijo". Lo tomó del regazo de la viuda, lo subió al aposento superior, donde él dormía, y lo acostó sobre su lecho. (I Reyes 17, 19)

  • Y yo, mis hermanos, mis gentes y los hombres de guardia que me seguían ni siquiera nos desvestíamos; cada uno dormía con el arma en la mano. (Nehemías 4, 17)

  • Sacó la cabeza de las alforjas, se la mostró y dijo: "Aquí está la cabeza de Holofernes, general del ejército asirio. Aquí están también las colgaduras bajo las que dormía borracho. El Señor le dio un golpe mortal por mano de una mujer. (Judit 13, 15)

  • Bagoas entró y tocó la puerta de la tienda, pues creía que dormía con Judit. (Judit 14, 14)

  • Ella: Yo dormía, pero mi corazón velaba... ¡Una voz! Mi amor me llama: " breme, hermana mía, amiga mía, paloma mía, mi perfecta; mi cabeza está cubierta de rocío; mis bucles, del relente de la noche...". (Cantar 5, 2)

  • Los marineros, aterrados, comenzaron a invocar cada uno a su dios; luego echaron al mar la carga para aligerar el peso. Jonás, mientras tanto, que había bajado al fondo de la nave, se había acostado y dormía profundamente. (Jonás 1, 5)

  • De pronto se alborotó tanto el mar que las olas saltaban por encima de la barca, y él dormía. (Mateo 8, 24)


“Para consolar uma alma na sua dor, mostre-lhe todo o bem que ela ainda pode fazer.” São Padre Pio de Pietrelcina