Encontrados 25 resultados para: destinado

  • No espera escapar a las tinieblas, se siente destinado a la espada. (Job 15, 22)

  • Así también Jesús, hijo de Josedec, los cuales en sus días reedificaron la casa y levantaron un santuario consagrado al Señor, destinado a una gloria eterna. (Eclesiástico 49, 12)

  • Y si te dicen: ¿Adónde vamos a ir?, les responderás: Esto dice el Señor: ¡Quien está destinado a la peste, a la peste; quien a la espada, a la espada; quien al hambre, al hambre; quien al cautiverio, al cautiverio! (Jeremías 15, 2)

  • Vendrá y herirá a la tierra de Egipto. ¡A quien esté destinado a la peste, la peste; a quien al cautiverio, cautiverio; a quien a la espada, espada! (Jeremías 43, 11)

  • ¿Cómo se va a calmar si el Señor le ha dado órdenes? Contra Ascalón y la costa del mar, allí la ha destinado". (Jeremías 47, 7)

  • Pero en el desierto alcé mi mano y les juré que no los llevaría al país destinado para ellos, tierra que mana leche y miel, un paraíso entre las tierras, (Ezequiel 20, 15)

  • Sobre los montes de Israel caerás juntamente con tus huestes y los pueblos que te acompañan, porque te he destinado como pasto a toda clase de aves de rapiña y a las fieras salvajes. (Ezequiel 39, 4)

  • Simeón los bendijo, y dijo a María, su madre: "Este niño está destinado en Israel para que unos caigan y otros se levanten; será signo de contradicción (Lucas 2, 34)

  • así llegarán los tiempos de consuelo, y el Señor os enviará al mesías destinado para vosotros, es decir, a Jesús, (Hechos 3, 20)

  • Él dijo: El Dios de nuestros padres te ha destinado a conocer su voluntad, a ver al Justo y a oír su voz, (Hechos 22, 14)

  • Dios no nos ha destinado al castigo, sino a la adquisición de la salvación por nuestro Señor Jesucristo, (I Tesalonicenses 5, 9)

  • Que nadie os engañe en modo alguno, porque antes ha de venir la apostasía y ha de aparecer el hombre de la iniquidad, el destinado a la perdición, el adversario, (II Tesalonicenses 2, 3)


“De todos os que vierem pedir meu auxílio, nunca perderei nenhum!” São Padre Pio de Pietrelcina