Encontrados 385 resultados para: desierto del Sinaí

  • Y el Señor me ha conservado la vida, según su palabra, estos cuarenta y cinco años transcurridos desde cuando el Señor anunció esto a Moisés, mientras Israel peregrinaba por el desierto, y ahora tengo ochenta y cinco años. (Josué 14, 10)

  • El territorio que tocó en suerte a la tribu de Judá, por clanes, llegaba hasta la frontera de Edón y el extremo sur del desierto de Sin. (Josué 15, 1)

  • Ella respondió: "Hazme un favor; ya que me has destinado el desierto del Negueb, dame fuentes de agua". Entonces él le dio las fuentes de arriba y las de abajo. (Josué 15, 19)

  • En el desierto: Bet Arabá, Middín, Secacá, (Josué 15, 61)

  • Su frontera por el norte partía del Jordán, subía por la pendiente norte de Jericó, cruzaba la montaña, hacia occidente, y terminaba en el desierto de Bet Avén; (Josué 18, 12)

  • En Transjordania, al este de Jericó, en la meseta del desierto: Béser, de la tribu de Rubén; Ramot Galaad, de la tribu de Gad, y Golán-Basán, de la tribu de Manasés. (Josué 20, 8)

  • En Transjordania, frente a Jericó, de la tribu de Rubén, como ciudades de refugio para los homicidas: Béser, en el desierto, y Yahás, en la llanura, (Josué 21, 36)

  • Entonces ellos clamaron al Señor, y él puso densas tinieblas entre vosotros y los egipcios e hizo volver sobre ellos el mar, que los sumergió. Vosotros habéis visto con vuestros propios ojos lo que hice en Egipto; después vivisteis mucho tiempo en el desierto. (Josué 24, 7)

  • Los hijos de Jobab, el quenita, suegro de Moisés, subieron con los de Judá desde la ciudad de las palmeras al desierto que está al mediodía de Judá, en la bajada de Arad, y vivieron con los amalecitas. (Jueces 1, 16)

  • Gedeón contestó: "Bien, cuando el Señor entregue en mi mano a Zébaj y a Salmuná, yo desgarraré vuestras carnes con espinas y cardos del desierto". (Jueces 8, 7)

  • Él apresó a los ancianos de Sucot y, con espinas y cardos del desierto, desgarró las carnes de las gentes de Sucot. (Jueces 8, 16)

  • porque cuando venía de Egipto, cruzó el desierto hasta el mar Rojo y llegó a Cades. (Jueces 11, 16)


“Nunca vá se deitar sem antes examinar a sua consciência sobre o dia que passou. Enderece todos os seus pensamentos a Deus, consagre-lhe todo o seu ser e também todos os seus irmãos. Ofereça à glória de Deus o repouso que você vai iniciar e não esqueça do seu Anjo da Guarda que está sempre com você.” São Padre Pio de Pietrelcina