Encontrados 548 resultados para: deseo de muerte

  • Tampoco aceptaréis rescate para dejar salir al refugiado de su ciudad de refugio y que habite en su tierra antes de la muerte del sumo sacerdote. (Números 35, 32)

  • Cuando la muerte hizo desaparecer de en medio del pueblo todos los hombres de guerra, (Deuteronomio 2, 16)

  • Cuando el Señor, tu Dios, haya ensanchado tus fronteras tal como lo ha prometido, y tú digas: Yo quisiera comer carne, porque sientes deseo de ella, podrás comer toda la carne que quieras. (Deuteronomio 12, 20)

  • Es reo de muerte, y tu mano sea la primera sobre él, continuando la mano de todo el pueblo su ejecución. (Deuteronomio 13, 10)

  • No se podrá ejecutar al reo de muerte más que por la declaración de dos o tres testigos; nadie será condenado a muerte por la declaración de un solo testigo. (Deuteronomio 17, 6)

  • El que actúe con arrogancia y no obedezca ni al sacerdote que está allí para servir al Señor, tu Dios, ni al juez, será condenado a muerte. Así extirparás el mal en Israel. (Deuteronomio 17, 12)

  • Si un levita sale de alguna de tus ciudades, de cualquier punto de Israel, donde vivía, para venir con todo el deseo de su alma al lugar elegido por el Señor, (Deuteronomio 18, 6)

  • de lo contrario, el vengador del homicida lo perseguirá y, si el camino fuese largo, lo alcanzaría y le daría muerte. Y, sin embargo, ese hombre no merecía la muerte, pues nunca había odiado a su víctima. (Deuteronomio 19, 6)

  • Si un condenado a muerte es ejecutado colgándolo de un árbol (Deuteronomio 21, 22)

  • Si un hombre es sorprendido acostado con una mujer casada, los dos serán condenados a muerte. Así extirparás la maldad de en medio de ti. (Deuteronomio 22, 22)

  • a la mujer no le harás nada, pues no ha cometido culpa que merezca la muerte. Es un caso semejante al del hombre que se lanza sobre otro y le mata. (Deuteronomio 22, 26)

  • Si se descubre que alguien ha secuestrado a un hermano suyo israelita para emplearlo como esclavo o para venderlo, el secuestrador será condenado a muerte. Así extirparás la maldad de en medio de ti. (Deuteronomio 24, 7)


“Submeter-se não significa ser escravo, mas ser livre para receber santos conselhos.” São Padre Pio de Pietrelcina