Encontrados 29 resultados para: dejad
Dejad de confiar en el hombre, pues sólo un soplo hay en su nariz. ¿Cuánta estima merece? (Isaías 2, 22)
Por esto digo: Retirad vuestros ojos de mí, dejad que llore amargamente; no tratéis de consolarme por la ruina de la hija de mi pueblo. (Isaías 22, 4)
Él les había dicho: ¡Es el reposo; dejad que reposen los cansados, llega la calma! (Isaías 28, 12)
Así pues, dejad de burlaros para que no se refuercen vuestras ataduras; pues he oído un decreto de exterminio del Señor Dios todopoderoso para toda la tierra. (Isaías 28, 22)
Por eso, di a la casa de Israel: Esto dice el Señor Dios: Convertíos, alejaos de vuestros ídolos y dejad vuestras prácticas detestables. (Ezequiel 14, 6)
Pero dejad en tierra el tocón con sus raíces; sea atado con cadenas de hierro y bronce entre la hierba del campo. Caiga sobre él el rocío del cielo, comparta con las bestias salvajes la hierba del suelo. (Daniel 4, 12)
El rey ha visto también bajar del cielo un vigilante, un santo, que decía: Derribad el árbol y hacedlo trozos, pero dejad el tocón con sus raíces en la tierra y sea atado entre la hierba del campo con cadenas de bronce y hierro, bañado por el rocío del cielo y comparta la suerte con los animales salvajes hasta que hayan pasado por él siete períodos. (Daniel 4, 20)
Dejad crecer juntas las dos cosas hasta la siega; en el tiempo de la siega diré a los segadores: Recoged primero la cizaña y atadla en haces para quemarla, pero el trigo recogedlo en mi granero". (Mateo 13, 30)
pero Jesús dijo: "Dejad que los niños se acerquen a mí y no se lo impidáis, porque de los que son como ellos es el reino de Dios". (Mateo 19, 14)
Pero Jesús, al verlo, se indignó y les dijo: "Dejad que los niños se acerquen a mí; no se lo impidáis, porque de los que son como ellos es el reino de Dios. (Marcos 10, 14)
Uno fue corriendo a buscar una esponja, la empapó en vinagre, la puso en una caña y le dio a beber, diciendo: "Dejad, a ver si viene Elías a bajarlo". (Marcos 15, 36)
Pero Jesús los llamó y dijo: "Dejad que los niños se acerquen a mí y no se lo impidáis, porque de los que son como ellos es el reino de Dios. (Lucas 18, 16)