Encontrados 117 resultados para: dejó

  • Y cuando los sirios bajaban contra él, Eliseo oró al Señor de esta manera: "Ciega a esa gente". Y el Señor los dejó ciegos, como había pedido Eliseo. (II Reyes 6, 18)

  • El rey les preparó un gran banquete y, después que comieron y bebieron, los dejó en libertad. Ellos regresaron a su señor; pero en adelante las guerrillas de Siria no volvieron a penetrar en el país de Israel. (II Reyes 6, 23)

  • Jazael dejó a Eliseo y fue donde su señor, el cual le preguntó: "¿Qué te ha dicho Eliseo?". Respondió: "Me ha dicho que te curarás". (II Reyes 8, 14)

  • Jehú envió emisarios por todo Israel, y todos los adoradores de Baal se presentaron; ni uno solo dejó de venir; y entraron en el templo de Baal, que quedó lleno de punta a cabo. (II Reyes 10, 21)

  • Por eso no dejó a Joacaz otra gente que cincuenta jinetes, diez carros y diez mil infantes, porque el rey de Siria los había destruido y reducido como el polvo de la trilla. (II Reyes 13, 7)

  • Y el Señor estuvo con él, de modo que en todas sus empresas tuvo éxito; se rebeló contra el rey de Asiria y dejó de estarle sometido. (II Reyes 18, 7)

  • Deportó a todo Jerusalén, a todos los magnates y poderosos, unos diez mil, y a todos los herreros y cerrajeros. No dejó más que las gentes pobres. (II Reyes 24, 14)

  • Sólo dejó a los más pobres para el cultivo de los viñedos y los campos. (II Reyes 25, 12)

  • David dejó allí delante del arca de la alianza del Señor a Asaf y a sus hermanos para que hicieran el servicio permanente del arca, según el ritual cotidiano, (I Crónicas 16, 37)

  • A Sadoc y a sus hermanos los sacerdotes los dejó delante de la tienda del Señor en el alto de Gabaón, (I Crónicas 16, 39)

  • Eleazar murió sin dejar hijos, pero dejó hijas, que se casaron con los hijos de Quis, sus hermanos. (I Crónicas 23, 22)

  • David dejó a su hijo Salomón el modelo del pórtico, del cuerpo central, de las cámaras superiores, de las piezas interiores y de la cámara del propiciatorio. (I Crónicas 28, 11)


“De todos os que vierem pedir meu auxílio, nunca perderei nenhum!” São Padre Pio de Pietrelcina