Encontrados 25 resultados para: debo

  • Y añadió: "Fija tú el salario que debo darte". (Génesis 30, 28)

  • Balaán respondió: "¿No debo yo decir lo que el Señor pone en mis labios?". (Números 23, 12)

  • Después le dijo su suegra Noemí: "Hija mía, yo debo buscar tu felicidad. (Rut 3, 1)

  • Saúl consultó a Dios: "¿Debo bajar contra los filisteos? ¿Los pondrás en manos de Israel?". Pero aquel día no le respondió. (I Samuel 14, 37)

  • David consultó al Señor: "¿Debo ir y podré derrotar a los filisteos?". El Señor le respondió: "Vete, derrotarás a los filisteos y librarás a Queilá". (I Samuel 23, 2)

  • Después de esto, David consultó al Señor: "¿Debo ir a una de las ciudades de Judá?". El Señor le respondió: "Sí, vete". David preguntó: "¿Dónde debo ir? Le respondió: "A Hebrón". (II Samuel 2, 1)

  • David dijo a los gabaonitas: "¿Qué debo yo hacer por vosotros y qué reparación tengo que hacer para que bendigáis la heredad del Señor?". (II Samuel 21, 3)

  • Gad se presentó a David y le dijo: "¿Quieres que venga un hambre de tres años en tu país, o que tengas que huir durante tres meses ante tu enemigo que te perseguirá, o que haya tres días de peste en tu país? Elige y dime qué debo decir al que me envía". (II Samuel 24, 13)

  • Entonces el rey de Israel reunió a los profetas, cuatrocientos, y les dijo: "¿Debo atacar a Ramot de Galaad, o no?". Respondieron: "Atácala, porque el Señor la pondrá en tus manos". (I Reyes 22, 6)

  • David consultó a Dios: "¿Debo atacar a los filisteos? ¿Los pondrás en mis manos?". El Señor le respondió: "Atácalos, porque los pondré en tus manos". (I Crónicas 14, 10)

  • tres años de hambre, una derrota de tres meses perseguido por tus enemigos armados de espada o tres días de peste en el país bajo la espada del Señor y el ángel del Señor haciendo estragos en todo Israel. Elige y dime qué debo responder al que me envía". (I Crónicas 21, 12)

  • El rey de Israel reunió a los profetas, 400 hombres, y les dijo: "¿Debo atacar a Ramot de Galaad o no?". Respondieron: "Atácala porque Dios la pondrá en tus manos". (II Crónicas 18, 5)


“O Senhor nos dá tantas graças e nós pensamos que tocamos o céu com um dedo. Não sabemos, no entanto, que para crescer precisamos de pão duro, das cruzes, das humilhações, das provações e das contradições.” São Padre Pio de Pietrelcina