Encontrados 1844 resultados para: dar

  • y dijo a Abrahán: "Echa a esa esclava y a su hijo, pues el hijo de esa esclava no va a heredar con mi hijo Isaac". (Génesis 21, 10)

  • El Señor, Dios del cielo y de la tierra, que me sacó de la casa de mi padre y de la tierra de mi familia, que me habló y me juró diciéndome: Yo daré esta tierra a tu descendencia, él enviará su ángel delante de ti, para que tomes de allí mujer para mi hijo. (Génesis 24, 7)

  • Y si la mujer no quiere venir contigo, quedarás libre de este juramento que me haces, pero de ningún modo lleves allí a mi hijo". (Génesis 24, 8)

  • Yo me quedaré junto a esta fuente mientras las hijas de la ciudad salen por agua. (Génesis 24, 13)

  • La joven a quien yo diga: Baja tu cántaro para que beba yo, y que me responda: Bebe, y voy a dar también de beber a tus camellos, ésa será la que tú has destinado a tu siervo Isaac; en esto conoceré que has mostrado tu amistad con mi amo Abrahán". (Génesis 24, 14)

  • Y añadió: "Nosotros tenemos paja y heno en abundancia y sitio para hospedarte". (Génesis 24, 25)

  • y le dijo: "Ven, bendito del Señor, ¿por qué has de quedarte afuera? Tengo ya dispuesta la casa y el lugar para los camellos". (Génesis 24, 31)

  • Él me respondió: El Señor, en cuya presencia he caminado siempre, enviará su ángel contigo y dará éxito a tu viaje. Tú tomarás para mi hijo una mujer de mi familia y de la casa de mi padre. (Génesis 24, 40)

  • Quedarás libre del juramento que me haces solamente cuando hayas llegado a mi familia y no te la hayan querido dar. (Génesis 24, 41)

  • yo me quedaré aquí junto a la fuente; la joven que salga por agua, a la que yo diga: Dame de beber de tu cántaro (Génesis 24, 43)

  • Y, aprisa, bajó ella el cántaro de su hombro y dijo: Bebe, y daré también agua a tus camellos. Yo bebí, y ella dio también agua a mis camellos. (Génesis 24, 46)

  • Una tarde salió a dar un paseo por el campo y, levantando los ojos, vio que se acercaban unos camellos. (Génesis 24, 63)


“Seja grato e beije docemente a mão de Deus. É sempre a mão de um pai que pune porque lhe quer bem” São Padre Pio de Pietrelcina