Encontrados 41 resultados para: cumplimiento de las Escrituras

  • Diles: Esto dice el Señor Dios: Haré que calle este proverbio y no se oirá repetir más en Israel. Diles en cambio: Se acercan los días y el cumplimiento de toda visión. (Ezequiel 12, 23)

  • Jesús les dijo: "¿No habéis leído nunca en las Escrituras: La piedra que los constructores desecharon, en piedra angular se ha convertido; esto ha sido obra del Señor, una maravilla a nuestros ojos?" (Mateo 21, 42)

  • Jesús les respondió: "Estáis en un error, porque no entendéis las Escrituras ni el poder de Dios. (Mateo 22, 29)

  • Pero ¿cómo se cumplirían entonces las Escrituras, según las cuales tiene que suceder así?". (Mateo 26, 54)

  • Jesús les dijo: "Estáis en un error, porque no entendéis las Escrituras ni el poder de Dios. (Marcos 12, 24)

  • ¡Todos los días estaba con vosotros enseñando en el templo y no me prendisteis! ¡Pero todo esto sucede para que se cumplan las Escrituras!". (Marcos 14, 49)

  • Pues os digo que debe cumplirse en mí lo que está escrito: Y fue contado entre los delincuentes. Porque se acerca el cumplimiento de todo lo que se refiere a mí". (Lucas 22, 37)

  • Y empezando por Moisés y todos los profetas, les interpretó lo que sobre él hay en todas las Escrituras. (Lucas 24, 27)

  • Y se dijeron uno a otro: "¿No ardía nuestro corazón mientras nos hablaba en el camino y nos explicaba las Escrituras?". (Lucas 24, 32)

  • Entonces les abrió la inteligencia para que entendieran las Escrituras. Y les dijo: (Lucas 24, 45)

  • Estudiáis cuidadosamente las Escrituras, pensando encontrar en ellas la vida eterna; ellas testifican de mí. (Juan 5, 39)

  • Pablo, según su costumbre, se presentó allí, y durante tres sábados discutió con ellos sobre las Escrituras, (Hechos 17, 2)


“Menosprezai vossas tentações e não vos demoreis nelas. Imaginai estar na presença de Jesus. O crucificado se lança em vossos braços e mora no vosso coração. Beijai-Lhe a chaga do lado, dizendo: ‘Aqui está minha esperança; a fonte viva da minha felicidade. Seguro-vos, ó Jesus, e não me aparto de vós, até que me tenhais posto a salvo’”. São Padre Pio de Pietrelcina