Encontrados 83 resultados para: culto

  • Nos impusimos además las siguientes obligaciones: dar un tercio de siclo al año para el culto del templo de nuestro Dios, (Nehemías 10, 33)

  • así como los primogénitos de nuestros hijos y de nuestros ganados, como está prescrito en la ley; los primogénitos de nuestras reses vacunas y de nuestro ganado menor, para presentarlos en el templo de nuestro Dios a los sacerdotes encargados del culto del templo de nuestro Dios; (Nehemías 10, 37)

  • Hacía poco que habían vuelto del destierro, que el pueblo judío se había reunificado y que los objetos del culto, el altar y el templo habían sido purificados de su profanación. (Judit 4, 3)

  • Abandonaron el culto de sus padres y adoraron al Dios del cielo, al que reconocían. Arrojados por sus padres de la presencia de sus dioses, huyeron a Mesopotamia, donde residieron largo tiempo. (Judit 5, 8)

  • porque hemos dado culto a sus dioses. Justo eres, Señor. (Ester 14, 7)

  • cuando se congreguen a una los pueblos y los reyes para dar culto al Señor. (Salmos 102, 23)

  • Muchos israelitas aceptaron su culto, ofrecieron sacrificios a los ídolos y profanaron el sábado. (I Macabeos 1, 43)

  • Entrego como obsequio Tolemaida y su territorio al templo de Jerusalén para cubrir los gastos del culto. (I Macabeos 10, 39)

  • Por disposición de los soberanos reciben culto las estatuas. Como los hombres no podían venerarlos porque vivían lejos, representaron su persona haciendo una imagen del rey venerado, para adular con solicitud al ausente como si estuviese presente. (Sabiduría 14, 17)

  • La ambición del artista empujó a extender su culto aun a los mismos que no lo conocían. (Sabiduría 14, 18)

  • Pues el culto de los ídolos que no son nada es principio, causa y fin de todo mal. (Sabiduría 14, 27)

  • Han construido los lugares de culto de Tofet, en el valle de Ben-Hinnón, para quemar a sus hijos y sus hijas en el fuego, cosa que yo no les ordené ni se me ocurrió jamás. (Jeremías 7, 31)


Por que a tentação passada deixa na alma uma certa perturbação? perguntou um penitente a Padre Pio. Ele respondeu: “Você já presenciou um tremor de terra? Quando tudo estremece a sua volta, você também é sacudido; no entanto, não necessariamente fica enterrado nos destroços!” São Padre Pio de Pietrelcina