Encontrados 332 resultados para: cruz de Cristo

  • Te saluda Epafras, mi compañero de prisión por Cristo Jesús; (Filemon 1, 23)

  • Cristo, por el contrario, lo ha sido en calidad de Hijo, al frente de su casa. Y su casa somos nosotros, con tal que permanezcamos inquebrantables hasta el fin, confesando valientemente nuestra fe y confiados en la esperanza que tenemos. (Hebreos 3, 6)

  • Porque hemos llegado a ser partícipes de Cristo, si seguimos manteniendo inquebrantable hasta el fin nuestra fe inicial. (Hebreos 3, 14)

  • Así también Cristo no se atribuyó la gloria de constituirse sumo sacerdote, sino que la recibió de aquel que le dijo: Tú eres mi Hijo, yo te he engendrado hoy. (Hebreos 5, 5)

  • Por eso, dejando aparte la doctrina elemental sobre Cristo, elevémonos a la doctrina perfecta, sin volver a echar los cimientos del arrepentimiento de las obras muertas y de la fe en Dios, (Hebreos 6, 1)

  • Pero ahora Cristo ha obtenido un ministerio tanto más excelente cuanto mejor es la alianza de la cual es mediador y más ventajosas las promesas sobre las que está fundada. (Hebreos 8, 6)

  • Cristo, por el contrario, se presentó como sumo sacerdote de los bienes venideros, a través de un tabernáculo más santo y más perfecto, no hecho por mano de hombre, es decir, no de esta creación, (Hebreos 9, 11)

  • ¿cuánto más la sangre de Cristo, que por virtud del Espíritu eterno se ofreció a sí mismo a Dios como víctima inmaculada, purificará nuestra conciencia de sus obras muertas, para servir al Dios vivo? (Hebreos 9, 14)

  • Porque Cristo no entró en un santuario hecho por mano de hombre, simple figura del verdadero, sino en el mismo cielo, para presentarse ahora ante Dios en favor nuestro. (Hebreos 9, 24)

  • así también Cristo, después de haberse ofrecido una sola vez para quitar los pecados del mundo, aparecerá una segunda vez, sin pecado, para dar la salvación a los que le esperan. (Hebreos 9, 28)

  • Por eso, al entrar en este mundo, Cristo dijo: No has querido sacrificios ni ofrendas, pero en su lugar me has formado un cuerpo. (Hebreos 10, 5)

  • fijando nuestra mirada en Jesús, el autor y consumador de la fe, quien, para obtener la gloria que se le proponía, soportó la cruz, aceptando valientemente la ignominia, y está sentado a la diestra del trono de Dios. (Hebreos 12, 2)


“Onde há mais sacrifício, há mais generosidade.” São Padre Pio de Pietrelcina