Encontrados 174 resultados para: conversión de Pablo
Pablo y Bernabé se quedaron en Antioquía, enseñando y evangelizando la palabra del Señor en unión de otros muchos. (Hechos 15, 35)
Pasados unos días, Pablo dijo a Bernabé: "Volvamos a visitar a los hermanos por todas las ciudades en que anunciamos la palabra del Señor, a ver cómo están". (Hechos 15, 36)
Pablo, en cambio, juzgaba que no debían llevar al que los había dejado en Panfilia y no los había acompañado en la tarea. (Hechos 15, 38)
Pablo escogió a Silas y partió, después de encomendarlo los hermanos a la gracia del Señor. (Hechos 15, 40)
Pablo quiso llevárselo con él, y lo circuncidó en consideración a los judíos que había en aquellos lugares, pues todos sabían que su padre era griego. (Hechos 16, 3)
Durante la noche Pablo tuvo una visión: un macedonio, puesto en pie, le suplicaba: "Ven a Macedonia y ayúdanos". (Hechos 16, 9)
Una mujer llamada Lidia, vendedora de púrpura, de la ciudad de Tiatira, fiel a Dios, nos estaba escuchando. El Señor abrió su corazón para que aceptase las cosas que Pablo decía. (Hechos 16, 14)
Iba detrás de Pablo y de nosotros gritando: "Estos hombres son siervos del Dios altísimo, y os anuncian el camino de la salvación". (Hechos 16, 17)
Esto lo hizo muchos días, hasta que Pablo, ya cansado, se volvió y dijo al espíritu: "En nombre de Jesucristo te mando salir de ella". Y en el mismo instante salió. (Hechos 16, 18)
Sus amos, al ver que había desaparecido la esperanza de su ganancia, prendieron a Pablo y a Silas y los llevaron a la plaza pública ante las autoridades. (Hechos 16, 19)
Hacia la medianoche, Pablo y Silas estaban en oración cantando himnos a Dios, y los presos escuchaban. (Hechos 16, 25)
Pablo le gritó: "No te hagas daño, que todos estamos aquí". (Hechos 16, 28)