Encontrados 3077 resultados para: construir casa sobre roca

  • El primero fue y vertió su copa sobre la tierra, y una úlcera cruel y maligna sobrevino a los hombres que tenían la marca de la bestia y adoraban su estatua. (Apocalipsis 16, 2)

  • El segundo vertió su copa sobre el mar, que se hizo como sangre de un muerto, y perecieron todos los seres vivientes del mar. (Apocalipsis 16, 3)

  • El tercero vertió su copa sobre los ríos y sobre las fuentes de las aguas, que se hicieron sangre. (Apocalipsis 16, 4)

  • El cuarto vertió su copa sobre el sol, al que le dieron poder para quemar a los hombres con el fuego. (Apocalipsis 16, 8)

  • Los hombres fueron quemados con terribles quemaduras, y blasfemaron contra el nombre de Dios, que tiene poder sobre estas plagas, en vez de arrepentirse para darle gloria. (Apocalipsis 16, 9)

  • El quinto vertió su copa sobre el trono de la bestia; su reino quedó sumergido en las tinieblas; las gentes se mordían la lengua de dolor, y (Apocalipsis 16, 10)

  • El sexto vertió su copa sobre el río grande, el Éufrates, y sus aguas se secaron, dejando paso libre a los reyes del oriente. (Apocalipsis 16, 12)

  • Y hubo relámpagos, voces y truenos, con un gran terremoto, como no lo hubo nunca de violento desde que el hombre está sobre la tierra. (Apocalipsis 16, 18)

  • Granizos enormes -como adoquines- cayeron sobre los hombres, que blasfemaron contra Dios por la plaga del granizo, porque esta plaga era muy grande. (Apocalipsis 16, 21)

  • Uno de los siete ángeles que tenían las siete copas vino a decirme: "Ven, que te voy a enseñar la sentencia de la gran prostituta que está sentada sobre las vastas aguas, (Apocalipsis 17, 1)

  • Y me transportó en espíritu a un desierto. Y vi a una mujer sentada sobre una bestia escarlata, llena de nombres blasfemos, con siete cabezas y diez cuernos. (Apocalipsis 17, 3)

  • sobre su frente, un nombre escrito -un misterio-: "Babilonia la grande, la madre de las prostitutas y de las monstruosidades de la tierra". (Apocalipsis 17, 5)


“A mansidão reprime a ira.” São Padre Pio de Pietrelcina