Encontrados 45 resultados para: conciencia

  • Pablo, mirando fijamente al tribunal, dijo: "Hermanos, yo me he comportado con buena conciencia ante Dios hasta el día de hoy". (Hechos 23, 1)

  • Por tanto, yo me esfuerzo por tener una conciencia intachable para con Dios y para con los hombres. (Hechos 24, 16)

  • Ellos muestran que llevan la ley escrita en sus corazones, según lo atestiguan su conciencia y sus pensamientos, que unas veces los acusan y otras los defienden, (Romanos 2, 15)

  • Como cristiano que soy, digo la verdad, no miento. Mi conciencia, bajo la acción del Espíritu Santo, me asegura que digo la verdad. (Romanos 9, 1)

  • Por lo cual es necesario que os sometáis no solamente por temor al castigo, sino más bien por un deber de conciencia. (Romanos 13, 5)

  • Tú, la creencia que tienes, guárdala para ti y para Dios. Dichoso el que toma una decisión y no obra contra su conciencia. (Romanos 14, 22)

  • En cambio, el que duda, si come, se siente culpable, porque no procede según la conciencia; y todo lo que no es según la conciencia es pecado. (Romanos 14, 23)

  • Pero no todos saben esto; pues algunos, acostumbrados hasta ahora a adorar a los ídolos, comen las carnes pensando que están consagradas a los ídolos, y su conciencia, que no está bien formada, les hace sentirse culpables. (I Corintios 8, 7)

  • Si tú, que tienes conocimiento claro de todo esto, te sientas a comer carne ofrecida en sacrificio a los ídolos, ¿no podrás inducir a que otro, con la conciencia insegura, se decida también a comer esa carne? (I Corintios 8, 10)

  • De este modo pecáis contra los hermanos, al hacer daño a su conciencia aún no formada, y contra el mismo Cristo. (I Corintios 8, 12)

  • Comed todo lo que se vende en el mercado, sin andar averiguando nada por motivos de conciencia, (I Corintios 10, 25)

  • Si algún pagano os invita y queréis ir, comed todo lo que os presente sin más averiguaciones por motivos de conciencia. (I Corintios 10, 27)


“Para que se preocupar com o caminho pelo qual Jesus quer que você chegue à pátria celeste – pelo deserto ou pelo campo – quando tanto por um como por outro se chegará da mesma forma à beatitude eterna?” São Padre Pio de Pietrelcina