Encontrados 243 resultados para: cinturón de la verdad

  • Yo compré un cinturón, como el Señor me había mandado y me lo puse a la cintura. (Jeremías 13, 2)

  • "Toma el cinturón que has comprado y que llevas a la cintura, levántate, vete al Éufrates y escóndelo allí en la grieta de una roca". (Jeremías 13, 4)

  • Bastantes días después, el Señor me dijo de nuevo: "Levántate y vete al Éufrates a buscar el cinturón que yo te mandé esconder en aquel lugar". (Jeremías 13, 6)

  • Fui al Éufrates, busqué y tomé el cinturón del lugar en donde lo había escondido; pero el cinturón estaba ya podrido y no servía para nada. (Jeremías 13, 7)

  • Este pueblo malvado, que no quiere escuchar mi palabra, que sigue el capricho de su duro corazón y va en pos de otros dioses para servirlos y postrarse ante ellos, quedará como ese cinturón, que ya no sirve para nada. (Jeremías 13, 10)

  • Pues, igual que un cinturón se ajusta a la cintura del hombre, así había hecho yo que se ajustara a mí toda la casa de Israel y la casa de Judá, dice el Señor, para que fuese mi pueblo, mi honra, mi gloria y mi honor; ¡pero no me han escuchado!". (Jeremías 13, 11)

  • Si vosotros me escucháis de verdad, dice el Señor; si no acarreáis carga por las puertas de esta ciudad en día de sábado, sino que por el contrario santificáis el día del sábado no realizando en él trabajo alguno, (Jeremías 17, 24)

  • Si observáis de verdad esta orden, entonces por las puertas de esta casa entrarán reyes, herederos del trono de David, montados en carrozas y caballos, así ellos como sus servidores y su pueblo. (Jeremías 22, 4)

  • pero pensad y tened en cuenta que, si me matáis, derramaréis sangre inocente sobre vosotros mismos, sobre esta ciudad y sus habitantes, porque es verdad que el Señor me ha mandado a vosotros a pronunciar todas estas palabras para que las escuchéis". (Jeremías 26, 15)

  • porque no es verdad que os hablen en mi nombre. Yo no los he mandado -dice el Señor-. (Jeremías 29, 9)

  • Jeremías respondió: "¡No es verdad, yo no me paso a los caldeos!". Pero Yirayas, no haciéndole caso, prendió a Jeremías y lo llevó a los dignatarios. (Jeremías 37, 14)

  • Jeremías respondió a Sedecías: "Si te lo digo, me harás morir, ¿no es verdad? Si te doy un consejo, no me vas a escuchar". (Jeremías 38, 15)


“Padre Pio disse a um filho espiritual: Trabalhe! Ele perguntou: No que devo trabalhar, Padre? Ele respondeu: Em amar sempre mais a Jesus!” São Padre Pio de Pietrelcina