Encontrados 136 resultados para: castigo divino

  • Son cosas vanas, obras ridículas; en el tiempo del castigo desaparecerán. (Jeremías 10, 15)

  • pero si esa nación, contra la que he hablado, se convierte de su iniquidad, también yo me arrepiento del castigo que iba a ponerle. (Jeremías 18, 8)

  • Porque si estáis viendo que es en la ciudad que lleva mi nombre donde comienzo a desencadenar el mal, ¿vais a quedar vosotros sin castigo? No quedaréis, porque yo convoco la espada contra todos los habitantes de la tierra" -dice el Señor-. (Jeremías 25, 29)

  • Tal vez te escuchen y se conviertan cada uno de su mal camino; entonces yo retiraré el castigo que pensaba darles por sus malas acciones. (Jeremías 26, 3)

  • Todos tus amantes te han olvidado, ya no se interesan por ti. Sí, yo te he herido como hiere un enemigo, con castigo cruel, por tus innumerables crímenes, por tus pecados incontables. (Jeremías 30, 14)

  • Escucho, escucho el lamento de Efraín: "Me has castigado, y he sufrido el castigo como novillo indómito; haz que vuelva y volveré, pues tú eres el Señor, mi Dios. (Jeremías 31, 18)

  • Si seguís en este país, yo os edificaré y no os destruiré, os plantaré y no os arrancaré, pues me pesa el castigo que os he dado. (Jeremías 42, 10)

  • También sus mercenarios, dentro de ella, son como novillos bien cebados; mas ellos también vuelven la espalda y huyen todos a una, sin poder resistir, porque cae sobre ellos el día de su infortunio, la hora de su castigo. (Jeremías 46, 21)

  • Quien escape al terror caerá en el foso, y quien salga del foso quedará prendido en el lazo. Sí, traeré todo esto sobre Moab en el año de su castigo -dice el Señor-. (Jeremías 48, 44)

  • Huid, volved la espalda, refugiaos en sitios escondidos, habitantes de Dedán; pues voy a traer sobre Esaú su ruina, la hora de su castigo. (Jeremías 49, 8)

  • Degollad todos sus toros, bajen al matadero. ¡Ay de ellos, que ha llegado su día, la hora de su castigo! (Jeremías 50, 27)

  • Aquí estoy contra ti, oh insolencia -dice el Señor Dios omnipotente-; ha llegado tu día, la hora de tu castigo. (Jeremías 50, 31)


“O trabalho é tão sagrado como a oração”. São Padre Pio de Pietrelcina