Encontrados 137 resultados para: caso

  • No haga caso mi señor de este hombre insensato, de Nabal, porque hace honor a su nombre. Se llama Nabal, y verdaderamente es un insensato. Tu sierva no vio a los jóvenes que mi señor envió. (I Samuel 25, 25)

  • En seguida se preparó y montó sobre un asno; acompañada de cinco de sus sirvientes, siguió a los mensajeros de David y se casó con él. (I Samuel 25, 42)

  • David se casó también con Ajinoán, de Yezrael; las dos fueron sus mujeres. (I Samuel 25, 43)

  • Los israelitas, al ver que el rey no les había hecho caso, le replicaron: "¿Qué tenemos que ver nosotros con David? ¡No tenemos ninguna heredad en común con el hijo de Jesé! ¡Cada uno a sus casas, Israel! Mira tú ahora por tu casa, David". Y los israelitas se fueron a sus casas. (I Reyes 12, 16)

  • pues David había hecho lo que es recto a los ojos del Señor y no se había apartado durante toda su vida en nada de todo lo que el Señor le había mandado, excepto el caso de Urías, el hitita. (I Reyes 15, 5)

  • Pasado el mediodía, continuaron en su paroxismo hasta la hora de la ofrenda del sacrificio. Pero no se oía voz alguna, ni nadie respondía ni hacía caso. (I Reyes 18, 29)

  • Los ancianos y todo el pueblo le dijeron: "No le hagas caso ni aceptes". (I Reyes 20, 8)

  • Eliseo dijo: "Vive el Señor todopoderoso, a quien adoro, que si no fuese en atención a Josafat, rey de Judá, no te haría caso ni te miraría. (II Reyes 3, 14)

  • Pero Amasías no hizo caso, y entonces Joás, rey de Israel, fue y se vieron las caras él y Amasías, rey de Judá, en Bet Semes de Judá. (II Reyes 14, 11)

  • Pero no hicieron caso, tuvieron una cabeza dura, como sus padres, que no confiaron en el Señor, su Dios; (II Reyes 17, 14)

  • Pero ellos no hicieron caso, y siguieron sus antiguas costumbres. (II Reyes 17, 40)

  • hasta que yo venga a trasladaros a una tierra como la vuestra, tierra de grano y de mosto, tierra de pan y de viñas, tierra de aceite y de miel. Así viviréis y no moriréis. No hagáis caso de Ezequías, porque os engaña, diciendo: El Señor nos librará. (II Reyes 18, 32)


“Meu Deus, perdoa-me. Nunca Te ofereci nada na minha vida e, agora, por este pouco que estou sofrendo, em comparação a tudo o que Tu sofreste na Cruz, eu reclamo injustamente!” São Padre Pio de Pietrelcina