Encontrados 1478 resultados para: casa de Saúl

  • Moisés dijo a Aarón, a Eleazar e Itamar, hijos de Aarón: "No os despelucéis ni rasguéis vuestras vestiduras; así no moriréis ni se encenderá la ira divina contra toda la comunidad; vuestros hermanos, toda la casa de Israel, son los que deben llorar a los que el Señor ha destruido por el fuego. (Levítico 10, 6)

  • "Cuando hayáis entrado en la tierra de Canaán que os doy en propiedad, si yo infecto de lepra alguna casa de la tierra que vais a ocupar, (Levítico 14, 34)

  • su dueño se presentará al sacerdote y le dirá: Me parece que en mi casa hay lepra. (Levítico 14, 35)

  • El sacerdote dará orden de desalojar la casa antes de que él vaya a examinar la mancha de lepra, con el fin de que no contraigan impureza los objetos que haya en ella. Después, el sacerdote entrará a examinar la casa; (Levítico 14, 36)

  • saldrá fuera, a la puerta de la casa, y la cerrará durante siete días. (Levítico 14, 38)

  • Al séptimo día volverá para examinarla de nuevo; si la mancha se ha corrido por las paredes de la casa, (Levítico 14, 39)

  • Mandará raspar las paredes interiores de la casa y tirar las raspaduras en un lugar impuro, fuera de la ciudad. (Levítico 14, 41)

  • Se tomarán otras piedras para reemplazar las primeras, y masa nueva para revocar la casa. (Levítico 14, 42)

  • Si la mancha reaparece de nuevo, una vez cambiadas las piedras después de haber raspado y revocado la casa, (Levítico 14, 43)

  • el sacerdote entrará a examinarla; si la mancha se ha extendido por la casa, se trata de lepra contagiosa; la casa es impura. (Levítico 14, 44)

  • El que entre en la casa durante el tiempo que esté cerrada, será impuro hasta la tarde. (Levítico 14, 46)

  • Si el sacerdote comprueba que la mancha no se ha corrido en la casa después de revocada, la declarará pura, pues la mancha ha desaparecido. (Levítico 14, 48)


“Mesmo quando perdemos a consciência deste mundo, quando parecemos já mortos, Deus nos dá ainda uma chance de entender o que é realmente o pecado, antes de nos julgar. E se entendemos corretamente, como podemos não nos arrepender?” São Padre Pio de Pietrelcina