Encontrados 13 resultados para: cardos

  • Ella te dará espinas y cardos, y comerás la hierba de los campos. (Génesis 3, 18)

  • Gedeón contestó: "Bien, cuando el Señor entregue en mi mano a Zébaj y a Salmuná, yo desgarraré vuestras carnes con espinas y cardos del desierto". (Jueces 8, 7)

  • Él apresó a los ancianos de Sucot y, con espinas y cardos del desierto, desgarró las carnes de las gentes de Sucot. (Jueces 8, 16)

  • y he aquí que eran todo ortigas, los cardos habían cubierto el suelo y el muro de piedras se había derrumbado. (Proverbios 24, 31)

  • Como el lirio entre cardos, así es mi amada entre las jóvenes. (Cantar 2, 2)

  • Haré de ella un desierto; no será más podada ni escardada; toda será cardos y abrojos; y mandaré a las nubes que no dejen caer más lluvia sobre ella. (Isaías 5, 6)

  • Que la maldad arde como fuego; devora los cardos, los abrojos y prende los bardales del bosque, levantando remolinos de humo. (Isaías 9, 17)

  • La luz de Israel se hará un fuego y su Santo una llama que prenderá y devorará sus abrojos y sus cardos en un día. (Isaías 10, 17)

  • Espinas crecerán en sus palacios, cardos y abrojos en sus fortalezas, será una guarida de chacales, morada de avestruces. (Isaías 34, 13)

  • Y tú, hijo de hombre, no los temas ni tengas miedo de sus palabras. No temas, aunque te encuentres entre cardos y zarzas y habites en medio de escorpiones. No temas sus palabras ni te asustes de sus miradas, porque no son más que una raza de rebeldes. (Ezequiel 2, 6)

  • Han escapado de la destrucción: Egipto los recogerá, Menfis los sepultará, sus tesoros de plata se llenarán de ortigas y en sus tiendas crecerán los cardos. (Oseas 9, 6)

  • Por eso, ¡por mi vida!, dice el Señor omnipotente, Dios de Israel, que Moab será como Sodoma, y los hijos de Amón como Gomorra: campos de cardos, montón de sal, desolación eterna. Los supervivientes de mi pueblo los saquearán, los que queden de mi nación los heredarán. (Sofonías 2, 9)


“O mal não se vence com o mal, mas com o bem, que tem em si uma força sobrenatural.” São Padre Pio de Pietrelcina