Encontrados 13 resultados para: caídos

  • Si ves el asno de tu hermano o su buey caídos en el camino, no te desentiendas; ayúdale a levantarlos. (Deuteronomio 22, 4)

  • Al día siguiente, los filisteos fueron a despojar a los caídos y encontraron a Saúl y a sus tres hijos en el monte Gelboé. (I Samuel 31, 8)

  • sino con la sangre de los caídos, con la grasa de los valientes. El arco de Jonatán no se retiraba nunca, ni la espada de Saúl volvía vacía. (II Samuel 1, 22)

  • Al día siguiente los filisteos fueron a despojar a los caídos y encontraron a Saúl y sus hijos caídos en el monte Gelboé. (I Crónicas 10, 8)

  • Ahí están caídos los agentes del crimen, por tierra, sin poderse levantar. (Salmos 36, 13)

  • oh llena de ruidos, villa estrepitosa, ciudad alborozada? Tus muertos no son víctimas de la espada ni caídos en el combate. (Isaías 22, 2)

  • Ellos reconstruirán las viejas ruinas, levantarán de nuevo los edificios caídos del pasado, restaurarán las ciudades demolidas, las ruinas de pasadas edades. (Isaías 61, 4)

  • Si salgo al campo, sólo veo caídos a espada; si entro en la ciudad, allí están las angustias del hambre. Hasta los profetas y los sacerdotes vagan por el país. ¡Ya no lo conocen! (Jeremías 14, 18)

  • Babilonia tiene que caer también por los caídos de Israel, como por Babilonia cayeron los muertos de toda la tierra. (Jeremías 51, 49)

  • Por eso, vienen días -dice el Señor- en que yo castigaré a sus ídolos y en toda su tierra gemirán los caídos. (Jeremías 51, 52)

  • Allí yace Elán con todos sus guerreros en torno a su sepulcro; todos muertos, caídos a espada, hundidos como incircuncisos en las moradas subterráneas, ellos que sembraban el pánico en la tierra de los vivos. Han cargado con su ignominia junto a aquellos que bajan a la fosa. (Ezequiel 32, 24)

  • No yacen con los héroes caídos de antiguo, que bajaron al abismo con sus armas de guerra, cuyas espadas les fueron puestas bajo la cabeza y los escudos debajo de sus huesos, porque el terror de los héroes campeaba en la tierra de los vivos. (Ezequiel 32, 27)


“Reze, reze! Quem muito reza se salva e salva os outros. E qual oração pode ser mais bela e mais aceita a Nossa Senhora do que o Rosario?” São Padre Pio de Pietrelcina