Encontrados 502 resultados para: batalla por el poder
Se detuvo y gritó a las filas de Israel: "¿Por qué habéis salido para poneros en orden de batalla? ¿No soy yo filisteo y vosotros servidores de Saúl? Escoged vosotros un hombre para que venga a luchar conmigo. (I Samuel 17, 8)
Los israelitas y los filisteos se dispusieron en orden de batalla, ejército contra ejército. (I Samuel 17, 21)
Eliab, su hermano mayor, oyó a David hablar con la gente, montó en cólera y le dijo: "¿Por qué has venido aquí? ¿A quién has dejado aquel pequeño rebaño en el desierto? Conozco bien tu orgullo y la malicia de tu corazón. Has venido sólo para ver la batalla". (I Samuel 17, 28)
y todos reconocerán que no es por la espada ni por la lanza como el Señor da la victoria, porque la batalla es de Dios y os entregará en nuestras manos". (I Samuel 17, 47)
Saúl dijo a David: "Bendito seas, hijo mío, David. Tendrás éxito seguro en tus empresas y tu poder será grande". David prosiguió su camino y Saúl volvió a su casa. (I Samuel 26, 25)
¿Quién sería de vuestro parecer en este asunto? La parte debe ser la misma para el que ha ido a la batalla y para el que se ha quedado junto al bagaje: participarán lo mismo". (I Samuel 30, 24)
Los filisteos libraron batalla con Israel, y los israelitas huyeron ante los filisteos y cayeron muertos en gran número en el monte Gelboé. (I Samuel 31, 1)
El peso de la batalla cayó sobre Saúl. Los arqueros lo alcanzaron, y fue malherido por ellos. (I Samuel 31, 3)
David le preguntó: "¿Qué ha pasado? Infórmame". Él respondió: "El pueblo huyó de la batalla y muchos de entre el pueblo cayeron y murieron. Murieron también Saúl y su hijo Jonatán". (II Samuel 1, 4)
Aquel día hubo una batalla muy dura, y Abner y los de Israel fueron vencidos por los partidarios de David. (II Samuel 2, 17)
Joab y su hermano Abisay mataron a Abner porque había dado muerte a su hermano Asael en la batalla de Gabaón. (II Samuel 3, 30)
Los amonitas salieron y se pusieron en orden de batalla a la entrada de la ciudad, mientras que los sirios de Sobá y de Rejob y los hombres de Tob y de Maacá estaban en el campo. (II Samuel 10, 8)