Encontrados 1019 resultados para: bajo su mano

  • Aarón extendió su mano sobre las aguas de Egipto, y las ranas subieron y cubrieron todo Egipto. (Exodo 8, 2)

  • Así lo hicieron. Aarón extendió su mano con su bastón, golpeó el polvo de la tierra, y enjambres de mosquitos se echaron sobre hombres y animales; todo el polvo de la tierra se convirtió en mosquitos en todo Egipto. (Exodo 8, 13)

  • la mano del Señor caerá sobre tu ganado, que anda por el campo: una peste gravísima sobre caballos, asnos, camellos, bueyes y ovejas. (Exodo 9, 3)

  • Porque si yo hubiera extendido mi mano hiriéndote a ti y a tu pueblo con la peste, habríais desaparecido de la tierra. (Exodo 9, 15)

  • Manda poner a salvo tu ganado y cuanto tienes en el campo. Todo hombre y todo animal que se encuentre en el campo y no esté cobijado bajo techo, será alcanzado por la granizada y morirá". (Exodo 9, 19)

  • El Señor dijo a Moisés: "Extiende tu mano hacia el cielo para que caiga granizo en todo el país sobre hombres y animales y sobre toda la hierba del campo". (Exodo 9, 22)

  • El Señor dijo a Moisés: "Extiende tu mano sobre Egipto para que venga sobre él la langosta y devore todo lo que dejó el granizo". (Exodo 10, 12)

  • El Señor dijo a Moisés: "Alza tu mano hacia el cielo para que vengan sobre Egipto tinieblas tan espesas que se las pueda palpar". (Exodo 10, 21)

  • Moisés alzó su mano hacia el cielo, y hubo espesas tinieblas tres días y tres noches por todo Egipto. (Exodo 10, 22)

  • Lo comeréis así: ceñidos los lomos, calzados los pies, báculo en mano. Lo comeréis de prisa, porque es la pascua del Señor. (Exodo 12, 11)

  • Y Moisés dijo al pueblo: "Recordad siempre este día, en el cual salisteis de Egipto, de la casa de la esclavitud, porque el Señor os ha sacado con mano fuerte. Por ello no habréis de comer nada fermentado". (Exodo 13, 3)

  • Este rito será para ti como una señal en tu mano, como recuerdo ante tus ojos, para que tengas en tu boca la ley del Señor, porque el Señor te sacó de Egipto con mano fuerte. (Exodo 13, 9)


“Nunca vá se deitar sem antes examinar a sua consciência sobre o dia que passou. Enderece todos os seus pensamentos a Deus, consagre-lhe todo o seu ser e também todos os seus irmãos. Ofereça à glória de Deus o repouso que você vai iniciar e não esqueça do seu Anjo da Guarda que está sempre com você.” São Padre Pio de Pietrelcina