Encontrados 955 resultados para: alianzas de David

  • Porque David no subió al cielo, sino que él dice: Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi derecha (Hechos 2, 34)

  • el que por boca de nuestro padre David, tu siervo, dijiste: ¿Por qué se amotinan las naciones y los pueblos hacen proyectos vanos? (Hechos 4, 25)

  • Nuestros antepasados se fueron pasando la tienda de padres a hijos y la introdujeron, guiados por Josué, en la tierra conquistada a los paganos, a los que expulsó Dios delante de ellos. Así hasta los días de David, (Hechos 7, 45)

  • Después lo destituyó y les dio como rey a David, hijo de Jesé, de quien dio este testimonio: He encontrado a David, hombre de mi agrado, quien cumplirá todos mis deseos. (Hechos 13, 22)

  • Y que Dios lo ha resucitado de los muertos de forma que no vuelva más a la corrupción, lo había afirmado: Os cumpliré las promesas firmes que hice a David. (Hechos 13, 34)

  • Pues bien, David, después de haber cumplido durante su vida la voluntad de Dios, murió, fue sepultado con sus padres y vio la corrupción. (Hechos 13, 36)

  • Después de esto volveré y restauraré la choza caída de David; repararé sus ruinas y la volveré a levantar, (Hechos 15, 16)

  • acerca de su Hijo (nacido de la estirpe de David según la carne, (Romanos 1, 3)

  • Así también David llama bienaventurado al hombre a quien Dios le cuenta la justicia independientemente de las obras: (Romanos 4, 6)

  • Y David dice: Que su mesa se convierta en un lazo para ellos, en trampa, en tropiezo y en castigo; (Romanos 11, 9)

  • Estas cosas están dichas en sentido alegórico, pues estas mujeres representan dos alianzas; una, la del monte Sinaí, que engendra esclavos, y está representada en Agar. (Gálatas 4, 24)

  • estabais en otro tiempo sin Cristo, alejados de la ciudadanía de Israel y ajenos a las alianzas, sin esperanza de la promesa y sin Dios en el mundo; (Efesios 2, 12)


“Há alegrias tão sublimes e dores tão profundas que não se consegue exprimir com palavras. O silêncio é o último recurso da alma, quando ela está inefavelmente feliz ou extremamente oprimida!” São Padre Pio de Pietrelcina