Encontrados 173 resultados para: algunos

  • Pero Hadad, con algunos hombres de entre los servidores de su padre, huyó a Egipto. Hadad era entonces un muchacho. (I Reyes 11, 17)

  • Cada uno mató al que se le puso delante. Los sirios se dieron a la fuga, perseguidos por los israelitas, y Ben Hadad, rey de Siria, logró salvarse a caballo con algunos jinetes. (I Reyes 20, 20)

  • En Jerusalén se establecieron algunos de Judá, de Benjamín, de Efraín y de Manasés. (I Crónicas 9, 3)

  • Algunos de ellos tenían a su cargo los utensilios del culto, que eran contados cuando salían y cuando entraban. (I Crónicas 9, 28)

  • También algunos gaditas se unieron a David cuando estaba en el refugio del desierto. Eran hombres valerosos, hombres guerreros, prontos al combate, hábiles en el manejo del escudo y de la lanza, semejantes a leones y ligeros como las gacelas de los montes. (I Crónicas 12, 9)

  • Algunos de la tribu de Benjamín y de Judá fueron asimismo a unirse a David en su refugio. (I Crónicas 12, 17)

  • También de la tribu de Manasés se unieron algunos a David cuando iba con los filisteos a luchar contra Saúl; pero no llegó a luchar contra él, pues los príncipes de los filisteos decidieron despedirle diciendo: "Se pasaría a Saúl, con peligro de nuestras cabezas". (I Crónicas 12, 20)

  • Cuando regresó a Sicelag, se unieron a él algunos de la tribu de Manasés: Adnas, Yozabad, Yediael, Miguel, Yozabad, Elihú y Siltay, jefes de batallones de Manasés. (I Crónicas 12, 21)

  • al cual fue a visitar después de algunos años a Samaría. (II Crónicas 18, 2)

  • Jorán se posesionó del reino de su padre, y, cuando se sintió fuerte, hizo pasar a cuchillo a todos sus hermanos y también a algunos jefes de Israel. (II Crónicas 21, 4)

  • Sólo algunos de Aser, Manasés y Zabulón se humillaron y fueron a Jerusalén. (II Crónicas 30, 11)

  • estaban al frente de los acarreadores y de todos los que trabajaban en la obra. Algunos levitas eran cronistas, inspectores y porteros. (II Crónicas 34, 13)


“Pense na felicidade que está reservada para nós no Paraíso”. São Padre Pio de Pietrelcina