Encontrados 13 resultados para: acuesta

  • Si un hombre se acuesta con ella, contrae la impureza de su menstruación y será impuro durante siete días; todo lecho sobre el que duerma será impuro. (Levítico 15, 24)

  • Si uno se acuesta con una mujer que pertenece a otro como esclava y concubina sin que haya sido rescatada ni puesta en libertad, será castigado; pero no con la muerte, pues la mujer no era libre. (Levítico 19, 20)

  • El hombre que se acuesta con la mujer de su padre, deshonra a su propio padre; los dos serán castigados con la muerte; caiga su sangre sobre ellos. (Levítico 20, 11)

  • Si uno se acuesta con la nuera, los dos serán castigados con la muerte, se han manchado; caiga su sangre sobre ellos. (Levítico 20, 12)

  • Si un hombre se acuesta con otro hombre como se hace con una mujer, los dos cometen una infamia y serán castigados con la muerte; caiga su sangre sobre ellos. (Levítico 20, 13)

  • Si uno se acuesta con una mujer durante el período de su menstruación y tiene relaciones sexuales con ella, descubre la sangre de la mujer en su fuente y la mujer descubre la fuente de su propia sangre; los dos serán extirpados de en medio de su pueblo. (Levítico 20, 18)

  • Si uno se acuesta con la mujer de su tío, deshonra a su propio tío; los dos cargarán con su culpa y morirán sin descendencia. (Levítico 20, 20)

  • Este pueblo se alza como leona, se yergue como un león; no se acuesta sin haber devorado su presa, sin haber bebido la sangre de sus víctimas". (Números 23, 24)

  • Si uno encuentra en la ciudad a una joven virgen prometida de otro y se acuesta con ella, (Deuteronomio 22, 23)

  • Rico se acuesta, mas por última vez; cuando abre los ojos ya no es nada. (Job 27, 19)

  • Bajo el loto se acuesta, se esconde entre las cañas de la laguna. (Job 40, 21)

  • y cuando una de ellas, solicitada por algún transeúnte, se acuesta con él, reprocha a su vecina no haber sido escogida como ella y de que su cuerda no haya sido rota. (Baruc 6, 43)


“O medo excessivo nos faz agir sem amor, mas a confiança excessiva não nos deixa considerar o perigo que vamos enfrentar”. São Padre Pio de Pietrelcina