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Grabad bien en vuestras mentes que el Señor os ha dado el descanso del sábado; por ello el día sexto os da pan para dos días. Quédese cada uno en su puesto, y que el séptimo día nadie salga de él". (Exodo 16, 29)
mi ira se encenderá y os mataré a filo de espada; vuestras mujeres serán viudas y huérfanos vuestros hijos. (Exodo 22, 23)
Estableceré los confines de tu territorio desde el mar Rojo hasta el mar de los filisteos, desde el desierto hasta el río; pondré en vuestras manos a los habitantes del país, y tú los echarás de tu presencia. (Exodo 23, 31)
holocausto perpetuo por todas vuestras generaciones, a la entrada de la tienda de la reunión, ante el Señor, allí donde yo me encontraré con vosotros para hablarte. (Exodo 29, 42)
Ni el rico pagará más ni el pobre menos al pagar el tributo al Señor en rescate de vuestras vidas. (Exodo 30, 15)
"Di a los israelitas: Guardaréis mis sábados, porque eso es una señal establecida entre mí y vosotros por todas vuestras generaciones, para que sepáis que yo soy el Señor, que os santifica. (Exodo 31, 13)
Aarón les respondió: "Recoged los pendientes de oro que vuestras mujeres, vuestros hijos y vuestras hijas llevan en las orejas, y traédmelos". (Exodo 32, 2)
No encenderéis fuego en vuestras casas el día del sábado". (Exodo 35, 3)
Ésta será ley perpetua para todas vuestras generaciones dondequiera que habitéis: nunca comeréis ni las grasas ni la sangre". (Levítico 3, 17)
Todos los varones entre los hijos de Aarón lo podrán comer: es ley perpetua para vuestras generaciones. Todo el que lo toque quedará consagrado". (Levítico 6, 11)
Moisés dijo a Aarón, a Eleazar e Itamar, hijos de Aarón: "No os despelucéis ni rasguéis vuestras vestiduras; así no moriréis ni se encenderá la ira divina contra toda la comunidad; vuestros hermanos, toda la casa de Israel, son los que deben llorar a los que el Señor ha destruido por el fuego. (Levítico 10, 6)
"Cuando tengáis que entrar en la tienda de la reunión, no beberéis vino o bebida embriagante ni tú ni tus hijos, y no moriréis. Es ley perpetua para vuestras generaciones, (Levítico 10, 9)