Encontrados 271 resultados para: Vuestras

  • Por tanto, esto dice el Señor, Dios de Israel, sobre los pastores que guían a mi pueblo: Vosotros habéis dispersado mi rebaño, lo habéis descarriado sin preocuparos de él. Pero yo me voy a ocupar ahora de vosotros -dice el Señor-, castigando vuestras perversas acciones. (Jeremías 23, 2)

  • Os he dicho: Convertíos cada uno de vuestra mala conducta y de vuestras perversas acciones, y viviréis en la tierra que el Señor os dio a vosotros y a vuestros padres desde siempre y para siempre. (Jeremías 25, 5)

  • No corráis en pos de dioses extraños para servirlos y adorarlos; no provoquéis mi cólera con las obras de vuestras manos, y yo no os haré ningún mal. (Jeremías 25, 6)

  • Pero no me habéis escuchado -dice el Señor-, sino que me habéis irritado con las obras de vuestras manos para desgracia vuestra. (Jeremías 25, 7)

  • En cuanto a mí, en vuestras manos estoy: haced de mí lo que queráis y os parezca justo; (Jeremías 26, 14)

  • casaos y engendrad hijos e hijas, tomad mujer para vuestros hijos, casad a vuestras hijas para que tengan hijos e hijas, multiplicaos ahí, no disminuya vuestro número. (Jeremías 29, 6)

  • Entonces, cuando me invoquéis y me dirijáis vuestras súplicas, yo os escucharé. (Jeremías 29, 12)

  • El rey Sedecías respondió: "En vuestras manos está, puesto que el rey no puede nada contra vosotros". (Jeremías 38, 5)

  • Mirad, yo por mí me quedo en Mispá como representante del país ante los caldeos que vengan a nosotros. Vosotros recoged la uva, los frutos y el aceite, llenad vuestras tinajas y habitad en las ciudades que vais a ocupar". (Jeremías 40, 10)

  • y les dijo: "Esto dice el Señor, Dios de Israel, ante quien me habéis remitido para que yo presentara vuestras súplicas: (Jeremías 42, 9)

  • porque me irritáis con las obras de vuestras manos, quemando incienso a dioses extraños en Egipto, adonde habéis venido a vivir, fraguando así vuestro exterminio y convirtiéndoos en maldición y oprobio ante todas las naciones de la tierra. (Jeremías 44, 8)

  • ¿Habéis olvidado acaso las maldades de vuestros padres, las maldades de los reyes de Judá y las de sus mujeres, vuestras propias maldades y las de vuestras mujeres cometidas en la tierra de Judá y en las calles de Jerusalén? (Jeremías 44, 9)


“Reze, reze! Quem muito reza se salva e salva os outros. E qual oração pode ser mais bela e mais aceita a Nossa Senhora do que o Rosario?” São Padre Pio de Pietrelcina