Encontrados 303 resultados para: Voy

  • Mira, te voy a hacer la nación más pequeña y despreciable. (Abdías 1, 2)

  • ¿y no voy a tener yo compasión de Nínive, en la que hay más de ciento veinte mil personas que no saben distinguir su derecha de su izquierda, y una gran cantidad de animales?". (Jonás 4, 11)

  • ¿Es que voy a tener por justa la balanza injusta y la bolsa de pesas falsas? (Miqueas 6, 11)

  • Por eso voy a castigarte, a destruirte por tus crímenes. (Miqueas 6, 13)

  • Voy a poner en pie de guerra a los caldeos, ese pueblo cruel e impetuoso, que recorre la anchura de la tierra para apoderarse de moradas ajenas. (Habacuc 1, 6)

  • Voy a borrarlo todo de la superficie de la tierra -dice el Señor-. (Sofonías 1, 2)

  • Escucha, pues, Josué, sumo sacerdote, tú y tus compañeros que se sientan delante de ti, porque vosotros sois hombres de presagio: Yo voy a hacer venir a mi siervo Germen. (Zacarías 3, 8)

  • Los habitantes de una ciudad irán a otra diciendo: Vamos a apaciguar al Señor, a buscar al Señor todopoderoso. Yo también voy. (Zacarías 8, 21)

  • Volved a la plaza fuerte, prisioneros llenos de esperanza. Hoy mismo lo proclamo: te voy a restituir el doble. (Zacarías 9, 12)

  • Sus compradores las mataban sin incurrir en sanción, y sus vendedores dicen: "Bendito sea el Señor; me voy a hacer rico". Y sus pastores no tienen compasión de ellas. (Zacarías 11, 5)

  • Pues no volveré yo a tener compasión de los habitantes de la tierra, palabra del Señor. Voy a entregar a cada hombre en manos de su prójimo y en manos de su rey. Ellos devastarán la tierra, y yo no los libraré de sus manos. (Zacarías 11, 6)

  • Porque voy a poner en este país a un pastor insensato, que no se preocupará de la oveja perdida, ni buscará la que anda descarriada, ni curará a la herida, ni alimentará a las sanas; sino que comerá la carne de las más gordas y no dejará ni las pezuñas. (Zacarías 11, 16)


“Menosprezai vossas tentações e não vos demoreis nelas. Imaginai estar na presença de Jesus. O crucificado se lança em vossos braços e mora no vosso coração. Beijai-Lhe a chaga do lado, dizendo: ‘Aqui está minha esperança; a fonte viva da minha felicidade. Seguro-vos, ó Jesus, e não me aparto de vós, até que me tenhais posto a salvo’”. São Padre Pio de Pietrelcina