Encontrados 108 resultados para: Vista
quienes, a la vista del numeroso ejército que avanzaba contra ellos, dijeron a Judas: "¿Cómo nosotros, tan pocos, podremos luchar contra una muchedumbre tan grande y tan poderosa? Estamos además extenuados, porque hoy estamos en ayunas". (I Macabeos 3, 17)
A la vista de un ejército tan temible, oró así: "Bendito seas tú, oh Salvador de Israel, que quebrantaste la fortaleza de un gigante por medio de tu siervo David y entregaste el ejército de los filisteos a Jonatán, hijo de Saúl, y a su escudero. (I Macabeos 4, 30)
Los vencedores se apoderaron del botín de guerra, cortaron la cabeza de Nicanor y la mano derecha que él había levantado con orgullo, y la colgaron en Jerusalén a la vista de todos. (I Macabeos 7, 47)
Levantaron la vista y vieron, en medio de un rumor confuso, un cortejo numeroso, el esposo, sus amigos y hermanos, que avanzaban hacia ellos con tamboriles, instrumentos musicales y rica armadura. (I Macabeos 9, 39)
Estaba ya con su escolta junto al tesoro del templo, cuando el Señor de los espíritus y rey de todo poder se manifestó con tan gran majestad que todos los que se habían atrevido a entrar en el templo, fulminados a la vista del poder de Dios, quedaron impotentes y atemorizados. (II Macabeos 3, 24)
Que tus ojos miren de frente y tu vista se dirija hacia adelante. (Proverbios 4, 25)
cuando tiemblen los guardianes de la casa, y se encorven los hombres fuertes, y cesen de moler las mujeres porque son demasiado pocas, y pierdan la vista las que miran por las ventanas, (Eclesiastés 12, 3)
bestias tales que no sólo con su maléfico contacto podían aniquilarlos, sino que con su sola vista podían hacerles perecer de terror. (Sabiduría 11, 19)
cuya vista despierta en los insensatos la pasión hasta hacerles desear la figura inanimada de una estatua sin vida. (Sabiduría 15, 5)
Nada hay en ellos que pueda hacerlos atrayentes, como sucede a veces a la vista de los animales. Hasta fueron excluidos de la aprobación y bendición de Dios. (Sabiduría 15, 19)
A la vista de estas insignias, el exterminador retrocedió asustado, pues era suficiente la simple experiencia de la ira divina. (Sabiduría 18, 25)
pero si eres humillado, se volverá contra ti y se esconderá de tu vista. (Eclesiástico 6, 12)