Encontrados 69 resultados para: Tobías

  • Tobías llamó a Rafael y le dijo: (Tobías 9, 1)

  • Rafael partió con cuatro criados y dos camellos para Ragués de Media y se hospedaron en casa de Gabael. Le entregaron el recibo y le comunicó que Tobías, hijo de Tobit, se había casado y le invitaba a la boda. Gabael trajo las talegas con los sellos, y las cargaron. (Tobías 9, 5)

  • A buena hora se pusieron en camino y llegaron a la boda. Al entrar en casa de Ragüel, encontraron a Tobías sentado a la mesa. Se levantó y saludó a Gabael, que se echó a llorar y lo bendijo así: "¡Hombre bueno y honrado, hijo de un hombre honrado, justo y limosnero! Que el Señor te bendiga con bendiciones celestiales a ti, a tu mujer, a su padre y a su madre. Bendito sea Dios, que he visto a Tobías tan parecido a mi primo Tobit". (Tobías 9, 6)

  • Cuando transcurrieron los catorce días de boda que Ragüel había prometido celebrar en honor de su hija, Tobías dijo a Ragüel: "Déjame ya marchar. Sé que mis padres están pensando que no me verán más. Te ruego que me permitas marchar a casa de mi padre. Ya te he dicho cómo lo dejé". (Tobías 10, 8)

  • Pero Ragüel le decía: "Quédate, hijo mío, quédate todavía conmigo, que yo mandaré emisarios a tu padre para darle noticias de ti". Tobías respondió: "No, no; te ruego que me dejes partir para llegar cuanto antes a casa de mi padre". (Tobías 10, 9)

  • Edna, a su vez, dijo a Tobías: "Hijo y hermano querido, quiera el Señor que vuelvas y que yo vea a vuestros hijos antes de morir. Confío mi hija a tu protección. No la hagas sufrir. Vete en paz. Desde ahora yo soy tu madre, y Sara, tu mujer. Que vivamos todos felices durante toda nuestra vida". Los besó y los dejó partir en paz. (Tobías 10, 13)

  • Feliz y dichoso salió Tobías de casa de Ragüel, bendiciendo al Señor de cielos y tierra, rey del universo, por haber llevado a feliz éxito su viaje. Y bendijo a Ragüel y Edna: "Que el Señor me conceda honraros todos los días de mi vida". (Tobías 10, 14)

  • Cuando se acercaron a Caserín, que está enfrente de Nínive, dijo Rafael a Tobías: (Tobías 11, 1)

  • Rafael había dicho a Tobías antes de llegar a casa de su padre: "Sus ojos se abrirán. (Tobías 11, 7)

  • Tobías fue a su encuentro con la hiel del pez en la mano; le sopló en los ojos, lo abrazó y le dijo: "Ánimo, padre". Después le aplicó el remedio, que le provocó escozor. (Tobías 11, 11)

  • "Bendito sea Dios, bendito sea su glorioso nombre, benditos sean todos sus santos ángeles. Que su nombre glorioso nos proteja. Porque el Señor me había castigado, pero ha tenido compasión de mí y ahora puedo ver a mi hijo Tobías". (Tobías 11, 14)

  • Tobías entró en casa muy contento, alabando a Dios con todas sus fuerzas. Después contó a su padre el éxito de su viaje, que traía el dinero, que se había casado con Sara, hija de Ragüel, la cual estaba ya a las puertas de Nínive. (Tobías 11, 15)


“Não se desencoraje, pois, se na alma existe o contínuo esforço de melhorar, no final o Senhor a premia fazendo nela florir, de repente, todas as virtudes como num jardim florido.” São Padre Pio de Pietrelcina