Encontrados 50 resultados para: Sirios

  • Joab, viendo que tenía dos frentes, uno delante y otro detrás, seleccionó la flor y nata del ejército de Israel y los puso en orden de batalla frente a los sirios; (I Crónicas 19, 10)

  • Y dijo: "Si los sirios me ganan a mí, tú vendrás en mi ayuda; y si los amonitas te ganan a ti, yo iré en tu ayuda. (I Crónicas 19, 12)

  • Joab y su ejército se lanzaron al ataque contra los sirios, y éstos huyeron ante ellos. (I Crónicas 19, 14)

  • Los amonitas, al ver huir a los sirios, huyeron también ellos ante Abisay, el hermano de Joab, y entraron en la ciudad. Joab se volvió a Jerusalén. (I Crónicas 19, 15)

  • Los sirios, viendo que habían sido derrotados por Israel, mandaron a buscar a los sirios del otro lado del Éufrates; se puso al frente de ellos Sofac, general en jefe del ejército de Hadadézer. (I Crónicas 19, 16)

  • David, al saberlo, reunió a todo Israel, cruzó el Jordán, los alcanzó y tomó posiciones en orden de batalla y luchó contra los sirios. (I Crónicas 19, 17)

  • Cuando los aliados de Hadadézer se vieron derrotados por Israel, firmaron la paz con David y le quedaron sometidos. Desde entonces los sirios no se atrevieron a volver a ayudar más a los amonitas. (I Crónicas 19, 19)

  • Un carro por 600 monedas de plata y un caballo por 150. Por el mismo precio los mercaderes se los vendían también a los reyes hititas y sirios. (II Crónicas 1, 17)

  • Sedecías, hijo de Canaaná, se había hecho unos cuernos de hierro y decía: "Esto dice el Señor: Con éstos acornearás tú a los sirios hasta exterminarlos". (II Crónicas 18, 10)

  • Pero arreció tanto la lucha aquel día, que el rey de Israel siguió firme en su carro frente a los sirios hasta el atardecer, y murió al ponerse el sol. (II Crónicas 18, 34)

  • El ejército sirio había venido con pocos hombres; pero el Señor entregó en sus manos un ejército considerablemente mayor, porque había abandonado al Señor, el Dios de sus padres. Los sirios hicieron justicia con Joás. (II Crónicas 24, 24)

  • Envió espías al campo enemigo, quienes al volver refirieron que los sirios habían resuelto atacar a los judíos durante la noche. (I Macabeos 12, 26)


Por que a tentação passada deixa na alma uma certa perturbação? perguntou um penitente a Padre Pio. Ele respondeu: “Você já presenciou um tremor de terra? Quando tudo estremece a sua volta, você também é sacudido; no entanto, não necessariamente fica enterrado nos destroços!” São Padre Pio de Pietrelcina