Encontrados 34 resultados para: Silo

  • Os quedáis observando y, cuando veáis que las muchachas de Silo salen para bailar en coro, salís vosotros de las viñas y os lleváis cada uno una y os volvéis a vuestra tierra. (Jueces 21, 21)

  • Todos los años subía aquel hombre desde su ciudad a adorar y ofrecer sacrificios al Señor todopoderoso en Silo. Allí estaban los dos hijos de Elí, Jofní y Fineés, como sacerdotes del Señor. (I Samuel 1, 3)

  • Después que comieron y bebieron en Silo, Ana se levantó y se puso ante el Señor, mientras Elí, el sacerdote, estaba sentado en su silla ante la puerta del santuario del Señor. (I Samuel 1, 9)

  • Cuando le quitó el pecho, lo llevó consigo al templo del Señor en Silo. Llevó también tres novillos, media fanega de harina y un odre de vino. (I Samuel 1, 24)

  • lo metía en el perol, caldero, olla o puchero, y todo lo que sacaba con el tenedor era para el sacerdote. Así hacían con todos los israelitas que iban a Silo. (I Samuel 2, 14)

  • El Señor continuó manifestándose en Silo, donde se revelaba a Samuel. (I Samuel 3, 21)

  • El pueblo volvió al campamento, y los ancianos se preguntaron: "¿Por qué nos ha derrotado hoy el Señor ante los filisteos? Vamos a buscar a Silo el arca de la alianza del Señor, y que vaya con nosotros; así nos librará de la mano de nuestros enemigos". (I Samuel 4, 3)

  • El pueblo mandó mensajeros a Silo, y se trajo de allí el arca de la alianza del Señor todopoderoso, que se sienta sobre los querubines. Los dos hijos de Elí, Jofní y Fineés, acompañaban el arca. (I Samuel 4, 4)

  • Un hombre de Benjamín escapó corriendo de las filas del ejército, y llegó aquel mismo día a Silo con los vestidos destrozados y la cabeza cubierta de polvo. (I Samuel 4, 12)

  • Ajías, hijo de Ajitub, hermano de Icabod, hijo de Fineés, hijo de Elí, sacerdote del Señor en Silo, llevaba el efod. La gente no sabía que Jonatán se había ido. (I Samuel 14, 3)

  • Así Salomón destituyó a Abiatar del cargo de sacerdote del Señor, cumpliéndose de esta suerte la sentencia que el Señor había pronunciado contra la casa de Elí, en Silo. (I Reyes 2, 27)

  • El rey no dio oídos al pueblo, porque así lo había dispuesto el Señor para que se cumpliera la palabra que el Señor había anunciado por medio de Ajías, el de Silo, a Jeroboán, hijo de Nabat. (I Reyes 12, 15)


“Se precisamos ter paciência para suportar os defeitos dos outros, quanto mais ainda precisamos para tolerar nossos próprios defeitos!” São Padre Pio de Pietrelcina