Encontrados 458 resultados para: Siempre

  • Os felicito porque os acordáis siempre de mí y conserváis las tradiciones tal como os las transmití. (I Corintios 11, 2)

  • Pues siempre que coméis este pan y bebéis este cáliz anunciáis la muerte del Señor hasta que vuelva. (I Corintios 11, 26)

  • Gracias sean dadas a Dios, que siempre nos hace triunfar en Cristo y descubre en todo lugar, mediante nosotros, la fragancia de su conocimiento. (II Corintios 2, 14)

  • Hasta hoy, siempre que leen a Moisés, el velo nubla su mente. (II Corintios 3, 15)

  • Y todos nosotros, con la cara descubierta, reflejando como en un espejo la gloria del Señor, nos transformamos en su misma imagen, resultando siempre más gloriosos, bajo el influjo del Espíritu del Señor. (II Corintios 3, 18)

  • Rechazamos la desvergüenza y la hipocresía, no procedemos con astucia ni falsificamos la palabra de Dios. Decimos siempre la verdad, y esto es nuestra recomendación a toda conciencia humana delante de Dios. (II Corintios 4, 2)

  • llevamos siempre y por doquier en el cuerpo los sufrimientos de muerte de Jesús, para que la vida de Jesús se manifieste también en nosotros. (II Corintios 4, 10)

  • Porque, viviendo, estamos siempre expuestos a la muerte por causa de Jesús, para que la vida de Jesús se manifieste también en nuestra carne mortal. (II Corintios 4, 11)

  • Estamos siempre confiados, sabiendo que, mientras habitamos en el cuerpo, caminamos lejos del Señor, (II Corintios 5, 6)

  • como tristes, aunque siempre alegres; como miserables, aunque enriquecemos a muchos; como quienes nada tienen, aunque lo poseemos todo. (II Corintios 6, 10)

  • Y Dios puede volcar sus gracias sobre vosotros, para que, teniendo siempre lo suficiente en todo, crezcáis en toda obra buena. (II Corintios 9, 8)

  • Como dice la Escritura: Ha repartido con generosidad a los pobres; su justicia permanece para siempre. (II Corintios 9, 9)


“O Senhor nos dá tantas graças e nós pensamos que tocamos o céu com um dedo. Não sabemos, no entanto, que para crescer precisamos de pão duro, das cruzes, das humilhações, das provações e das contradições.” São Padre Pio de Pietrelcina