Encontrados 36 resultados para: Seguido

• Moisés se levantó, se acercó a Datán y Abirán, seguido por los ancianos de Israel, (Números 16, 25)

• Los hombres que han salido de Egipto de veinte años para arriba no verán la tierra que con juramento prometí yo a Abrahán, Isaac y Jacob, porque no me han seguido con fidelidad, a (Números 32, 11)

• excepción de Caleb, hijo de Jefoné, el quenizita, y Josué, hijo de Nun, que han seguido los caminos del Señor sin desfallecer. (Números 32, 12)

• excepto Caleb, hijo de Jefoné. Éste la verá, y yo le daré a él y a sus hijos la tierra que ha pisado, porque ha seguido fielmente al Señor. (Deuteronomio 1, 36)

• Pero ni aun a sus jueces obedecían. Se prostituyeron ante otros dioses y se prosternaron ante ellos. Se apartaron pronto del camino que habían seguido sus padres, dóciles a los mandamientos del Señor; pero ellos no lo hicieron así. (Jueces 2, 17)

• Jonatán, trepando con pies y manos, subió seguido de su escudero. Los filisteos caían ante Jonatán, y su escudero los remataba. (I Samuel 14, 13)

• David era el más pequeño. Los tres mayores habían seguido a Saúl. (I Samuel 17, 14)

• Todos sus servidores estaban a su lado. Todos los quereteos, los peleteos y los hititas que le habían seguido desde Gat, seiscientos hombres, marchaban delante del rey. (II Samuel 15, 18)

• porque he seguido los caminos del Señor y no he sido nunca infiel a Dios. (II Samuel 22, 22)

• Joab, que había seguido el partido de Adonías, y no el de Absalón, al enterarse de la noticia, se refugió en el santuario del Señor y se agarró a los cuernos del altar. (I Reyes 2, 28)

• Porque me ha abandonado a mí y ha adorado a Astarté, diosa de los sidonios; a Camós, dios de Moab, y a Milcón, dios de los amonitas, y no ha seguido mis caminos, haciendo lo que es recto a mis ojos, ni ha guardado mis leyes y mis mandamientos, como su padre David. (I Reyes 11, 33)

• "Yo te había exaltado del polvo y te había constituido jefe de mi pueblo Israel, pero tú has seguido los caminos de Jeroboán y has hecho pecar a mi pueblo, Israel, irritándome con sus pecados; (I Reyes 16, 2)