Encontrados 213 resultados para: Santuario

  • y esta piedra que he levantado a modo de estela será un santuario; de todo lo que me des te devolveré puntualmente la décima parte". (Génesis 28, 22)

  • Tú los guías y los plantas en el monte de tu heredad, en el lugar de tu mansión que has preparado, en el santuario que tus manos, oh Señor, han levantado. (Exodo 15, 17)

  • Me harán un santuario y habitaré en medio de ellos. (Exodo 25, 8)

  • De este modo, cuando entre Aarón en el santuario, llevará los nombres de las tribus de Israel en el pectoral del juicio, sobre su corazón, para recuerdo perpetuo ante el Señor. (Exodo 28, 29)

  • Lo llevará Aarón al oficiar, para que se oiga el sonido cuando entre y salga del santuario del Señor, y no muera. (Exodo 28, 35)

  • Aarón y sus hijos los llevarán puestos cuando entren en la tienda de la reunión y cuando se acerquen al altar a oficiar en el santuario, para que no incurran en pecado y mueran. Ley perpetua para Aarón y para toda su descendencia". (Exodo 28, 43)

  • Siete días las llevará el hijo que le suceda como sacerdote y entre en la tienda de la reunión para oficiar en el santuario. (Exodo 29, 30)

  • Esto es lo que ofrecerá todo sujeto a censo: cinco gramos de plata, según el peso del santuario, como tributo al Señor. (Exodo 30, 13)

  • seis kilos de casia, según el peso del santuario, y cuatro litros y medio de aceite de oliva. (Exodo 30, 24)

  • el óleo de la unción y el perfume aromático para el santuario. Todo esto lo han de hacer conforme yo te he mandado". (Exodo 31, 11)

  • las vestiduras preciosas para el servicio del santuario, las vestiduras sagradas para el sacerdote Aarón y las vestiduras de sus hijos para los ministerios sacerdotales". (Exodo 35, 19)

  • Besalel, Oholiab y todos los hombres expertos, en los que el Señor ha puesto habilidad e inteligencia para toda clase de trabajos, ejecutarán toda la obra del santuario, según lo ha ordenado el Señor". (Exodo 36, 1)


“A pessoa que nunca medita é como alguém que nunca se olha no espelho e, assim, não se cuida e sai desarrumada. A pessoa que medita e dirige seus pensamentos a Deus, que é o espelho de sua alma, procura conhecer seus defeitos, tenta corrigi-los, modera seus impulsos e põe em ordem sua consciência.” São Padre Pio de Pietrelcina