Encontrados 376 resultados para: Naciones
Él y su pueblo, el más feroz de las naciones, serán enviados a asolar el país, desenvainarán contra Egipto sus espadas y llenarán la tierra de muertos. (Ezequiel 30, 11)
Dispersaré a los egipcios entre los pueblos, los esparciré por las naciones. (Ezequiel 30, 23)
Dispersaré a los egipcios entre los pueblos, los esparciré por las naciones y sabrán que yo soy el Señor". (Ezequiel 30, 26)
yo lo he entregado en manos del príncipe de las naciones para que proceda con él conforme a su maldad; lo he desechado. (Ezequiel 31, 11)
Un pueblo extranjero, el más feroz de las naciones, lo ha talado y derribado; en los montes y por todos los valles han caído sus ramas, y su fronda yace destrozada por todos los barrancos del país. Todos los pueblos de la tierra se han retirado de su sombra y lo han abandonado. (Ezequiel 31, 12)
Hice temblar a las naciones con el estrépito de su caída; cuando le hice bajar al reino de la muerte con los que bajan a la fosa, se consolaron en las moradas subterráneas todos los árboles de Edén, los bellos y magníficos árboles del Líbano, regados todos por las aguas. (Ezequiel 31, 16)
También bajaron con él al reino de la muerte, junto a los atravesados por la espada, aquellos que moraban a su sombra en medio de las naciones. (Ezequiel 31, 17)
Entristeceré el corazón de muchos pueblos cuando lleve a tus cautivos por las naciones, a tierras que no conoces. (Ezequiel 32, 9)
Tal es la elegía que cantarán las hijas de las naciones, la cantarán sobre Egipto y sobre todo su pueblo, dice el Señor Dios. (Ezequiel 32, 16)
"Hijo de hombre, compón un canto fúnebre sobre el pueblo de Egipto; hazle bajar a él y a las hijas de naciones poderosas a las moradas subterráneas, junto a los que bajan a la fosa. (Ezequiel 32, 18)
Haré brotar para ellos una plantación gloriosa, no serán más consumidos por el hambre en el país, ni sufrirán más el ultraje de las naciones. (Ezequiel 34, 29)
Por haber dicho: Las dos naciones, los dos países son míos; los poseeremos en herencia aunque esté allí el Señor, (Ezequiel 35, 10)