Encontrados 304 resultados para: Mujeres

  • Nos adueñamos de todas sus ciudades y las consagramos al exterminio: matamos hombres, mujeres y niños, sin dejar uno vivo. (Deuteronomio 2, 34)

  • Las consagramos al exterminio, como habíamos hecho con Sijón, rey de Jesbón, sacrificando ciudades, hombres, mujeres y niños; (Deuteronomio 3, 6)

  • solamente vuestras mujeres, vuestros niños y vuestros ganados -ya sé que vuestros rebaños son numerosos- se quedarán en las ciudades que os he dado (Deuteronomio 3, 19)

  • No debe tener muchas mujeres, para que no se desvíe su corazón, ni grandes cantidades de oro o plata. (Deuteronomio 17, 17)

  • Las mujeres, los niños, los ganados y lo que haya en la ciudad, lo tomarás contigo y disfrutarás del botín que el Señor, tu Dios, te haya dado. (Deuteronomio 20, 14)

  • Si un hombre tiene dos mujeres y quiere a una y a la otra no, si las dos le dan hijos y el primogénito es de la que no quiere, (Deuteronomio 21, 15)

  • vuestros niños, mujeres y el extranjero que vive contigo en tu campamento, desde el leñador al aguador, (Deuteronomio 29, 10)

  • Reúne al pueblo, a hombres, mujeres, niños y al extranjero residente, para que la oigan y aprendan a respetar al Señor, tu Dios, y procuren poner en práctica todas las disposiciones de esta ley. (Deuteronomio 31, 12)

  • Vuestras mujeres, vuestros hijos y vuestros ganados pueden quedar en la tierra que os dio Moisés en Transjordania; pero vosotros, todos los hombres de guerra, iréis armados al frente de vuestros hermanos y les prestaréis vuestra ayuda, (Josué 1, 14)

  • Y entregaron al exterminio todo lo que había en la ciudad, hombres y mujeres, jóvenes y viejos, incluso los bueyes, ovejas y asnos, pasándolos a filo de espada. (Josué 6, 21)

  • El total de hombres y mujeres que cayeron en este día fue de doce mil; toda la gente de Ay. (Josué 8, 25)

  • No quedó ni una palabra de todo lo que había mandado Moisés que no fuera leída por Josué a toda la asamblea de Israel, incluyendo a las mujeres, a los niños y a los extranjeros residentes. (Josué 8, 35)


“Reze, reze! Quem muito reza se salva e salva os outros. E qual oração pode ser mais bela e mais aceita a Nossa Senhora do que o Rosario?” São Padre Pio de Pietrelcina