Encontrados 73 resultados para: Montañas

  • Abías, de pie sobre el monte Semaráyim, en las montañas de Efraín, gritó: "Jeroboán, israelitas todos, escuchadme. (II Crónicas 13, 4)

  • Tan pronto como comenzó el canto de júbilo y alabanza, el Señor suscitó la confusión entre los amonitas, los moabitas y los de las montañas de Seír, que venían a atacar a Judá, y se enfrentaron unos contra otros. (II Crónicas 20, 22)

  • Los amonitas y los moabitas atacaron a los de las montañas de Seír y los destruyeron por completo. Cuando acabaron con los de Seír se destruyeron unos a otros. (II Crónicas 20, 23)

  • No habían pasado cuarenta días, cuando el rey fue asesinado por sus dos hijos, quienes huyeron a las montañas de Ararat, sucediéndole en el reino Asaradón. Ajicar, hijo de mi hermano Anael, fue encargado de toda la contabilidad del reino, con autoridad también sobre la administración general. (Tobías 1, 21)

  • El ángel le dijo: "Sí, he ido allí muchas veces, y conozco bien los caminos. He estado en Media y me he albergado en casa de Gabael, uno de nuestros hermanos, que vive en Ragués de Media; se necesitan dos días de camino para ir de Ecbatana a Ragués, que se encuentra entre montañas". (Tobías 5, 6)

  • Tobías salió y le dijo: "Joven, mi padre te llama". El ángel entró, Tobit lo saludó, y él respondió: "¡Que seas siempre feliz!". Pero Tobit añadió: "¿Qué felicidad puedo yo esperar? Estoy ciego; no puedo ver la luz del cielo; vivo en tinieblas, como los muertos que no pueden ver la luz. Soy un vivo entre los muertos. Oigo la voz de los hombres, pero no los veo". El ángel le respondió: "¡Ánimo! Pronto te curará Dios. ¡Ánimo!". Tobit le dijo: "Mi hijo quiere ir a Media; ¿puedes tú acompañarle y guiarle? Te daré lo que sea, hermano". "Sí, puedo acompañarle -respondió el ángel-. Conozco todos los caminos; he ido frecuentemente a Media, he atravesado las llanuras y las montañas y conozco todos sus senderos". (Tobías 5, 10)

  • Persiguió a Arfaxad hasta las montañas de Ragau y lo acribilló de flechas, acabando con él. (Judit 1, 15)

  • Durante la primera etapa, de tres días, llegaron desde Nínive a la llanura de Bectilet, y después de Bectilet acamparon junto a las montañas que están a la izquierda de la alta Cilicia. (Judit 2, 21)

  • Les decía que vigilasen las pendientes de las montañas, pues eran el paso hacia Judá. Les resultaría fácil obstaculizar el avance, pues el desfiladero era tan estrecho que no permitía pasar más que de dos en dos. (Judit 4, 7)

  • Holofernes, general jefe del ejército asirio, supo que los israelitas se preparaban para la guerra, que habían bloqueado los pasos de las montañas, fortificado las cimas de los montes y levantado obstáculos en las llanuras. (Judit 5, 1)

  • Y preguntó: "Cananeos, decidme quién es el pueblo que habita en las montañas, cuáles son las ciudades que ocupa, qué contingente tiene de tropas, en qué consiste su fuerza y su poder, quién es el rey que guía su ejército (Judit 5, 3)

  • Los quemaremos a todos, sus montañas chorrearán su sangre y sus llanuras serán cementerios. La planta de sus pies no resistirá ante nosotros, perecerán sin remedio, dice el rey Nabucodonosor, señor de toda la tierra. Él ha hablado, y no caerá en el vacío ninguna de sus palabras. (Judit 6, 4)


“O medo excessivo nos faz agir sem amor, mas a confiança excessiva não nos deixa considerar o perigo que vamos enfrentar”. São Padre Pio de Pietrelcina