Encontrados 29 resultados para: Llevados

  • Bel vacila, Nebo se desploma; sus ídolos son carga de animales y bestias, llevados como fardos sobre bestias extenuadas. (Isaías 46, 1)

  • Escuchadme, casa de Jacob, y todo el resto de la casa de Israel, que habéis sido llevados por mí desde el vientre, sostenidos desde el seno materno. (Isaías 46, 3)

  • Sí, partiréis con alegría y en paz seréis llevados; montes y colinas prorrumpirán ante vosotros en gritos de alegría, y todos los árboles del campo aplaudirán. (Isaías 55, 12)

  • Pues esto dice el Señor: Yo haré correr por ella como un río la paz, y como un torrente desbordado la gloria de las naciones. Sus lactantes serán llevados en brazos y acariciados sobre las rodillas. (Isaías 66, 12)

  • ¡Ay de ti, Moab! Estás perdido, pueblo de Camós. Tus hijos son llevados al exilio y tus hijas al cautiverio. (Jeremías 48, 46)

  • Mis hijos más mimados han tenido que recorrer caminos ásperos, han sido llevados como rebaño arrebatado por enemigos. (Baruc 4, 26)

  • Salieron de ti marchando a pie, llevados por los enemigos, pero el Señor te los devuelve traídos con honor, como en un trono real. (Baruc 5, 6)

  • Por los pecados que habéis cometido delante de Dios vais a ser llevados cautivos a Babilonia por Nabucodonosor, rey de los babilonios. (Baruc 6, 1)

  • Vais a ver en Babilonia dioses de plata, de oro y de madera, que son llevados a hombros y que meten miedo a los paganos. (Baruc 6, 3)

  • Al no tener pies, son llevados a hombros, exhibiendo a los hombres su propia ignominia. Y quedan también avergonzados sus servidores; porque si aquéllos caen en tierra, tienen que ser ellos los que los levanten. (Baruc 6, 25)

  • Entonces Nabucodonosor montó en cólera y mandó traer a Sidrac, Misac y Abdénago, los cuales fueron llevados a la presencia del rey. (Daniel 3, 13)

  • Todos los pueblos serán llevados a su presencia; y él separará a unos de otros, como el pastor separa las ovejas de las cabras. (Mateo 25, 32)


“Se precisamos ter paciência para suportar os defeitos dos outros, quanto mais ainda precisamos para tolerar nossos próprios defeitos!” São Padre Pio de Pietrelcina