Encontrados 271 resultados para: Llegó
Clamé al Señor en mi angustia, hacia mi Dios alcé mi grito: y él escuchó mi voz desde su templo, mi grito llegó hasta sus oídos. (II Samuel 22, 7)
era el más famoso de los treinta, pero no llegó a los tres. David le puso al frente de su guardia personal. (II Samuel 23, 23)
Hablaba aún ella con el rey, cuando llegó Natán, el profeta. (I Reyes 1, 22)
Aún estaba hablando, cuando llegó Jonatán, hijo de Abiatar, el sacerdote. Adonías le dijo: "Entra, pues tú eres un valiente y traerás buenas nuevas". (I Reyes 1, 42)
Roboán llegó a Jerusalén, convocó a la casa de Judá y de Benjamín, ciento ochenta mil hombres de guerra, para luchar contra Israel y recuperar el reino. (I Reyes 12, 21)
Mientras Jeroboán estaba de pie junto al altar, quemando incienso, un hombre de Dios llegó de Judá a Betel por orden del Señor, (I Reyes 13, 1)
Elías tuvo miedo y se escapó para salvar su vida; llegó a Berseba de Judá y dejó allí a su criado. (I Reyes 19, 3)
Llegó y pasó la noche en una cueva. El Señor le dijo: "¿Qué haces aquí, Elías?". (I Reyes 19, 9)
Entonces un hombre de Dios se llegó al rey de Israel, y le dijo: "Esto dice el Señor: Ya que Siria ha dicho que el Señor es el Dios de las montañas y no el Dios de los valles, voy a entregar en tus manos a toda esa inmensa multitud, para que conozcáis que yo soy el Señor". (I Reyes 20, 28)
Entonces le envió un capitán con sus cincuenta soldados. Llegó éste donde Elías, que estaba sentado en la cima del monte, y le dijo: "Hombre de Dios, el rey ordena que vayas". (II Reyes 1, 9)
Un día llegó Eliseo, se retiró al aposento y se acostó. (II Reyes 4, 11)
Partió, y llegó adonde estaba el hombre de Dios en el monte Carmelo. Cuando el hombre de Dios la divisó desde lejos, dijo a Guejazí, su criado: "Aquélla es la sunamita. (II Reyes 4, 25)