Encontrados 509 resultados para: Libro de Reyes

  • Todos estos reyes se pusieron de acuerdo, y acamparon junto a las aguas de Merón para luchar contra Israel. (Josué 11, 5)

  • Josué se apoderó de todas las ciudades de estos reyes, y a todos los pasó a filo de espada, consagrándolos al exterminio, como había mandado Moisés, siervo del Señor. (Josué 11, 12)

  • desde el monte Pelado, que sube hacia Seír, hasta Baal Gad, en el valle del Líbano, a los pies del monte Hermón; se apoderó de todos sus reyes, a los que derrotó y dio muerte. (Josué 11, 17)

  • Josué tuvo que combatir mucho tiempo contra todos estos reyes; (Josué 11, 18)

  • Éstos son los reyes de la tierra a los que derrotaron los israelitas, y los territorios que conquistaron desde el río Arnón hasta el monte Hermón con toda la región oriental del valle del Jordán: (Josué 12, 1)

  • Éstos son los reyes del país a los que Josué y los israelitas derrotaron en Cisjordania, desde Baal Gad, en el valle del Líbano, hasta el monte Pelado, que sube hasta Seír, cuyo territorio repartió en propiedad a las tribus de Israel según sus familias, (Josué 12, 7)

  • el de Dor, en las alturas de Dor, el de Tirsá. En total, treinta y un reyes. (Josué 12, 23)

  • "Esforzaos por cumplir todo lo que está escrito en el libro de la ley de Moisés, para que no os apartéis de ella ni a la derecha ni a la izquierda; (Josué 23, 6)

  • Mandé delante de vosotros avispas, que pusieron en fuga a los dos reyes amorreos. Esto no lo debes a tu espada ni a tu arco. (Josué 24, 12)

  • Y escribió estas palabras en el libro de la ley de Dios. Tomó después una gran piedra y la levantó allí, debajo de la encina que había en el santuario del Señor. (Josué 24, 26)

  • Adonisedec dijo: "Setenta reyes, cortados los pulgares de pies y manos, recogían las migajas debajo de mi mesa; Dios me paga con la misma medida". Fue llevado a Jerusalén, y allí murió. (Jueces 1, 7)

  • Oíd, reyes; prestad atención, príncipes: yo cantaré al Señor, Dios de Israel. (Jueces 5, 3)


“Quanto maiores forem os dons, maior deve ser sua humildade, lembrando de que tudo lhe foi dado como empréstimo.” São Padre Pio de Pietrelcina