Encontrados 997 resultados para: La fuga de David
Él los dejó con el rey de Moab, y permanecieron con él todo el tiempo que David estuvo en el refugio. (I Samuel 22, 4)
Pero el profeta Gad dijo a David: "No te quedes en el refugio. Vete y entra en la tierra de Judá". David partió y llegó al bosque de Járet. (I Samuel 22, 5)
Saúl estaba en Guibeá, sentado bajo el tamarindo; tenía su lanza en la mano y todos sus servidores le rodeaban, cuando le anunciaron que David y sus hombres habían sido vistos. (I Samuel 22, 6)
Ajimélec respondió al rey: "¿Quién entre todos tus siervos es semejante a David: fiel, yerno del rey, jefe de tu guardia y honrado en tu casa? (I Samuel 22, 14)
Después dijo a los guardias que estaban junto a él: "Matad a los sacerdotes del Señor, porque también ellos han prestado ayuda a David; pues sabiendo que había huido, no me avisaron". Pero la guardia del rey no quiso poner su mano sobre los sacerdotes del Señor. (I Samuel 22, 17)
Sólo se escapó un hijo de Ajimélec, hijo de Ajitob, llamado Abiatar, que huyó hacia David. (I Samuel 22, 20)
Abiatar anunció a David que Saúl había matado a los sacerdotes del Señor. (I Samuel 22, 21)
David dijo a Abiatar: "Ya pensé yo, al estar allí aquel día Doeg, que seguramente se lo comunicaría a Saúl. Yo soy el responsable de la vida de toda tu familia. (I Samuel 22, 22)
Llevaron a David esta noticia: "Los filisteos están atacando a Queilá y saquean las eras". (I Samuel 23, 1)
David consultó al Señor: "¿Debo ir y podré derrotar a los filisteos?". El Señor le respondió: "Vete, derrotarás a los filisteos y librarás a Queilá". (I Samuel 23, 2)
Pero los hombres de David le dijeron: "Mira, aquí, en Judá, vivimos asaltados por el terror; ¡cuánto más si vamos a Queilá contra las filas de los filisteos!". (I Samuel 23, 3)
David volvió a consultar al Señor. El Señor le respondió: "Ánimo, baja a Queilá, porque yo entrego a los filisteos en tus manos". (I Samuel 23, 4)