Encontrados 149 resultados para: Holocausto

  • Éste es el ritual del holocausto, de la ofrenda, del sacrificio por el pecado, del sacrificio de reparación, de la consagración y del sacrificio de reconciliación. (Levítico 7, 37)

  • Hizo que trajeran el carnero del holocausto, y Aarón y sus hijos pusieron las manos sobre su cabeza. (Levítico 8, 18)

  • Lavó con agua las entrañas y las patas, y quemó todo el carnero sobre el altar. Era un holocausto, un perfume agradable, una ofrenda quemada en honor del Señor, como el Señor había ordenado a Moisés. (Levítico 8, 21)

  • Lo tomó de nuevo Moisés en sus manos, y lo quemó en el altar sobre el holocausto: era el sacrificio de consagración, perfume agradable, ofrenda quemada en honor del Señor. (Levítico 8, 28)

  • y dijo a Aarón: "Toma un becerro para el sacrificio por el pecado y un carnero para el holocausto, los dos sin defecto, y preséntalos delante del Señor. (Levítico 9, 2)

  • Y dirás a los israelitas: Tomad un macho cabrío para el sacrificio por el pecado, un becerro y un cordero primales y sin defecto para el holocausto; (Levítico 9, 3)

  • Moisés dijo a Aarón: "Acércate al altar, ofrece tu sacrificio por el pecado y tu holocausto para hacer el rito de absolución por ti y por tus familias; presenta la ofrenda del pueblo para hacer sobre ellos el rito de absolución, como lo ha ordenado el Señor". (Levítico 9, 7)

  • Aarón inmoló a continuación el holocausto, sus hijos le presentaron la sangre y él la derramó en torno del altar. (Levítico 9, 12)

  • Le acercaron, descuartizada, la víctima del holocausto, con la cabeza, y él lo quemó sobre el altar. (Levítico 9, 13)

  • Lavó las entrañas y las patas, y las puso a arder en el altar sobre el holocausto. (Levítico 9, 14)

  • Después ofreció el holocausto, según la orden establecida. (Levítico 9, 16)

  • Presentó también la ofrenda, de la que tomó un puñado y lo quemó sobre el altar, además del holocausto de la mañana. (Levítico 9, 17)


“Imitemos o coração de Jesus, especialmente na dor, e assim nos conformaremos cada vez mais e mais com este coração divino para que, um dia, lá em cima no Céu, também nós possamos glorificar o Pai celeste ao lado daquele que tanto sofreu”. São Padre Pio de Pietrelcina