Encontrados 190 resultados para: Escrito
Organizaron los turnos de los sacerdotes y las clases de los levitas para el servicio del templo de Dios, en Jerusalén, conforme está escrito en el libro de Moisés. (Esdras 6, 18)
Mi Dios me inspiró la idea de reunir a los nobles, a los prefectos y al pueblo para hacer el censo. Tomé el libro del registro genealógico de los que habían vuelto la primera vez, y encontré escrito en él lo siguiente: (Nehemías 7, 5)
Encontraron escrito en la ley que el Señor había prescrito por medio de Moisés: "Los israelitas deberán vivir en cabañas durante la fiesta del séptimo mes". (Nehemías 8, 14)
Por todo esto, aceptamos hoy un compromiso firme, escrito, sellado y firmado por nuestros jefes, levitas y sacerdotes. (Nehemías 10, 1)
los sacerdotes, los levitas y el pueblo regulamos también, por suertes, la aportación de la leña que cada familia, a su turno, debía suministrar cada año al templo de nuestro Dios para quemarla sobre el altar del Señor, nuestro Dios, como está escrito en la ley: (Nehemías 10, 35)
En aquel tiempo, leyendo el libro de Moisés en presencia del pueblo, se encontró escrito en él que los amonitas y los moabitas no debían entrar jamás a tomar parte en la comunidad de Dios, (Nehemías 13, 1)
Los judíos aceptaron celebrar anualmente las fiestas que espontáneamente habían comenzado a observar, tal como les había escrito Mardoqueo: (Ester 9, 23)
Pero cuando Ester fue al rey, el rey ordenó por escrito que el proyecto malvado de Amán contra los judíos se llevara a cabo en él. Amán y sus hijos fueron colgados en la horca. (Ester 9, 25)
El mandato de Ester dio valor de ley a lo referente a purim, y fue escrito en un libro. (Ester 9, 32)
Todas las manifestaciones de su poder y de su valor y la descripción de la grandeza a la que elevó a Mardoqueo está escrito en las crónicas de los reyes de Media y Persia. (Ester 10, 2)
Está escrito cómo el judío Mardoqueo fue el segundo después del rey y fue estimado entre los judíos y querido por la muchedumbre de sus hermanos. Él procuró el bien de su pueblo y se preocupó del bienestar de su raza. (Ester 10, 3)
por lo que entonces dije: "Aquí estoy, en el libro está escrito de mí: (Salmos 40, 8)