Encontrados 11 resultados para: Enviaste

  • Entonces Manóaj oró así al Señor: "Te suplico, Señor mío, que el hombre de Dios que enviaste vuelva otra vez y nos diga lo que debemos hacer con el niño que va a nacer". (Jueces 13, 8)

  • Que te sirvan todas las criaturas, pues hablaste, y fueron creadas; enviaste tu espíritu, y existieron; y no hay nada que se resista a tu voz. (Judit 16, 14)

  • Hemos recibido la corona de oro y la palma que nos enviaste, y estamos dispuestos a firmar contigo una paz duradera y a comunicar a los funcionarios que te eximan de todo tributo. (I Macabeos 13, 37)

  • Judas dijo en su invocación: "Tú, oh Señor, que enviaste tu ángel en los días de Ezequías, rey de Judá, y mató a ciento ochenta y cinco mil del campamento de Senaquerib, (II Macabeos 15, 22)

  • ¿Quién conoció tu designio, si tú no le diste la sabiduría y enviaste desde los cielos tu santo espíritu? (Sabiduría 9, 17)

  • Y en pago de sus locos pensamientos de injusticia, que los extraviaron hasta hacerlos adorar reptiles sin razón y bestias despreciables, les enviaste como castigo una muchedumbre de animales irracionales, (Sabiduría 11, 15)

  • Pero con éstos, hombres al fin, fuiste indulgente y les enviaste avispas como precursoras de tu ejército, para que los exterminasen poco a poco. (Sabiduría 12, 8)

  • Por esto, como a niños sin juicio, les enviaste un castigo de risa. (Sabiduría 12, 25)

  • Y así aquéllos, aunque estaban ansiosos de alimento, ante el aspecto repugnante de los animales que les enviaste, perdieron las ganas de comer; mientras que tu pueblo, después de una breve privación, gustó un manjar exquisito. (Sabiduría 16, 3)

  • porque les he comunicado las enseñanzas que tú me diste, y ellos las han aceptado. Ahora saben con toda certeza que salí de ti, y ya están convencidos de que tú me enviaste. (Juan 17, 8)

  • Como tú me enviaste al mundo, así también los envío yo al mundo. (Juan 17, 18)


“Mesmo quando perdemos a consciência deste mundo, quando parecemos já mortos, Deus nos dá ainda uma chance de entender o que é realmente o pecado, antes de nos julgar. E se entendemos corretamente, como podemos não nos arrepender?” São Padre Pio de Pietrelcina