Encontrados 379 resultados para: Enemigos

  • Repartió sus hombres para asaltar de noche a los enemigos; los derrotó y los persiguió hasta Joba, que está al norte de Damasco. (Génesis 14, 15)

  • bendito sea el Dios altísimo, que ha puesto en tus manos a tus enemigos". Y Abrán le dio el diez por ciento de todo. (Génesis 14, 20)

  • te colmaré de bendiciones y multiplicaré tanto tu descendencia, que será como las estrellas del cielo y como la arena que hay a la otra orilla del mar, y tu descendencia ocupará la puerta de sus enemigos. (Génesis 22, 17)

  • Y bendijeron a Rebeca diciendo: "Tú eres nuestra hermana; ¡crece en millares de millares! ¡Que tu descendencia ocupe la puerta de sus enemigos!". (Génesis 24, 60)

  • A ti, Judá, te alabarán tus hermanos; tu mano, sobre la cerviz de tus enemigos; los hijos de tu padre se inclinarán ante ti. (Génesis 49, 8)

  • Obremos cautamente con él para que no siga multiplicándose, no vaya a suceder que venga una guerra, se unan con nuestros enemigos, luchen contra nosotros y logren salir del país". (Exodo 1, 10)

  • Si obedeces su voz y haces cuanto yo te diga, seré enemigo de tus enemigos y adversario de tus adversarios; (Exodo 23, 22)

  • Mi temor irá delante de ti, sembraré pánico en todo pueblo donde tú entres y haré que todos tus enemigos huyan ante ti. (Exodo 23, 27)

  • Moisés, al ver que el pueblo andaba sin freno, y que Aarón lo había abandonado hasta hacerlo la irrisión de sus enemigos, (Exodo 32, 25)

  • Perseguiréis a vuestros enemigos, y éstos caerán a espada ante vosotros. (Levítico 26, 7)

  • Cinco de los vuestros perseguirán a ciento, ciento pondrán en fuga a diez mil y vuestros enemigos caerán a espada ante vosotros. (Levítico 26, 8)

  • yo me portaré con vosotros de la misma manera; haré venir sobre vosotros el espanto, epidemia y fiebre, enfermedades de los ojos y agotamiento de la vida. Sembraréis en vano, pues los enemigos comerán el fruto de vuestras semillas. (Levítico 26, 16)


“Quanto maiores forem os dons, maior deve ser sua humildade, lembrando de que tudo lhe foi dado como empréstimo.” São Padre Pio de Pietrelcina