Encontrados 89 resultados para: Deja
Si uno deja una cisterna abierta, o la cava y no la cubre, y un buey o un asno cae dentro, (Exodo 21, 33)
Si uno deja pastar su ganado en el campo o en la viña de otro, resarcirá el daño con lo mejor de su campo o de su viña. (Exodo 22, 4)
que conserva su fidelidad a mil generaciones y perdona la iniquidad, la infidelidad y el pecado, pero que nada deja impune, castigando la maldad de los padres en los hijos y en los nietos, hasta la tercera y cuarta generación". (Exodo 34, 7)
Si la persona perjudicada ha muerto y no deja pariente alguno a quien se pueda restituir, la restitución será para el Señor y en beneficio del sacerdote, además del carnero por el pecado mediante el cual se hará el rito de absolución sobre el culpable. (Números 5, 8)
Si alguno, estando limpio y no de viaje, deja de celebrarla, será extirpado de su pueblo por no haber ofrecido a su tiempo la ofrenda al Señor, y cargará con su pecado. (Números 9, 13)
Yo soy el Señor, lento para la cólera y rico en misericordia, que perdona la iniquidad y la rebeldía, pero que nada deja impune, pues castiga en los hijos el pecado de los padres hasta la tercera generación. (Números 14, 18)
Balaán se levantó de mañana y dijo a los jefes que había enviado Balac: "Partid para vuestra tierra, pues el Señor no me deja ir con vosotros". (Números 22, 13)
pues el Señor, vuestro Dios, es el Dios de los dioses y Señor de los señores, el Dios grande, fuerte y temible, que no admite acepción de personas ni se deja comprar con regalos. (Deuteronomio 10, 17)
Si deja de gustarte, le darás la libertad, sin venderla por dinero ni maltratarla, ya que la has poseído. (Deuteronomio 21, 14)
deja volar a la madre y quédate sólo con los pollos. Así te irá bien y tendrás una vida larga. (Deuteronomio 22, 7)
Cuando alguien encuentra a su enemigo, ¿le deja continuar en paz su camino? Que el Señor te recompense el bien que hoy has hecho conmigo. (I Samuel 24, 20)
Se echó a sus pies y dijo: "Que la culpa recaiga sobre mí, señor. Deja hablar a tu sierva y escucha mis palabras. (I Samuel 25, 24)