Encontrados 1029 resultados para: David y Absalón

  • Todo esto se lee también en los anales y en las memorias de Nehemías; además se dice que reunió una biblioteca y que puso en ella los libros de los reyes, los escritos de los profetas, los de David y las cartas de los reyes relativas a las ofrendas. (II Macabeos 2, 13)

  • Juan y Absalón, embajadores vuestros, nos han hecho entrega de vuestras peticiones por escrito y nos han suplicado que ejecutemos lo contenido en ellas. (II Macabeos 11, 17)

  • Proverbios de Salomón, hijo de David, rey de Israel. (Proverbios 1, 1)

  • Palabras de Qohélet, hijo de David, rey de Jerusalén. (Eclesiastés 1, 1)

  • Como torre de David tu cuello, edificada como fortaleza; mil escudos de ella penden, todos los paveses de los héroes. (Cantar 4, 4)

  • También hizo Dios un pacto con David, hijo de Jesé, de la tribu de Judá. La sucesión real pasa sólo a uno de sus hijos, mientras que la herencia de Aarón pasa a toda su posteridad. (Eclesiástico 45, 25)

  • Después de él se levantó Natán para profetizar en los días de David. (Eclesiástico 47, 1)

  • Como se separa el sebo en el sacrificio de reconciliación, así fue David separado de los israelitas. (Eclesiástico 47, 2)

  • Pero el Señor no olvidará su promesa, ni borrará ninguna de sus palabras, ni negará la posteridad a su elegido, ni extirpará la descendencia del que fue su amado. Dio a Jacob un resto, y a David un renuevo salido de él. (Eclesiástico 47, 22)

  • Y quedó reducido al más pequeño de los pueblos, con un príncipe de la casa de David. Algunos de ellos obraron el bien; otros multiplicaron los pecados. (Eclesiástico 48, 16)

  • Porque Ezequías hizo lo que agrada al Señor y siguió los pasos de su padre, David, como le había ordenado el profeta Isaías, el grande y fiel en sus visiones. (Eclesiástico 48, 22)

  • Fuera de David, Ezequías y Josías, todos multiplicaron los pecados, porque abandonaron la ley del altísimo. Los reyes de Judá desaparecieron, (Eclesiástico 49, 4)


“A natureza humana também quer a sua parte. Até Maria, Mãe de Jesus, que sabia que por meio de Sua morte a humanidade seria redimida, chorou e sofreu – e como sofreu!” São Padre Pio de Pietrelcina