Encontrados 17 resultados para: Condenación

  • Porque al tener que sufrir y al verse castigados por aquellos mismos seres que tenían por dioses, llegaron a reconocer por Dios verdadero al que antes no querían conocer; por esto cayó sobre ellos la suprema condenación. (Sabiduría 12, 27)

  • Queríamos curar a Babilonia, pero no se ha curado. Dejémosla y marchémonos cada uno a nuestra tierra. Sí, su condenación llega hasta el cielo, se eleva hasta las nubes. (Jeremías 51, 9)

  • Y aquí estamos todavía en nuestro destierro, donde tú nos dispersaste para que fuésemos oprobio, maldición, condenación por todas las injusticias de nuestros padres, que se apartaron del Señor Dios nuestro. (Baruc 3, 8)

  • ¡Serpientes, raza de víboras! ¿Cómo escaparéis de la condenación del fuego? Por eso yo os envío profetas, sabios y maestros de la ley; (Mateo 23, 33)

  • La causa de la condenación consiste en que la luz vino al mundo, y los hombres prefirieron las tinieblas a la luz porque sus obras eran malas. (Juan 3, 19)

  • y saldrán; los que hicieron el bien resucitarán para la vida, y los que hicieron el mal resucitarán para la condenación. (Juan 5, 29)

  • Entonces, ¿por qué -como se nos calumnia y como afirman algunos que decimos nosotros- no hemos de hacer el mal para que venga el bien? La condenación de éstos es justa. (Romanos 3, 8)

  • El delito de uno solo no puede compararse con el don de Dios, pues por un solo delito vino la condenación, y por el don de Dios, a pesar de muchos delitos, vino la absolución. (Romanos 5, 16)

  • Como el delito de uno solo trajo la condenación a todos, así la justicia de uno solo trae a todos la justificación que da la vida. (Romanos 5, 18)

  • No hay condenación alguna para los que están unidos a Cristo Jesús. (Romanos 8, 1)

  • Así que el que se opone a la autoridad, se opone al orden puesto por Dios; y los que se oponen recibirán su propia condenación. (Romanos 13, 2)

  • Porque el que come y bebe sin considerar que se trata del cuerpo del Señor, come y bebe su propia condenación. (I Corintios 11, 29)


“Apóie-se, como faz Nossa Senhora, à cruz de Jesus e nunca lhe faltará conforto”. São Padre Pio de Pietrelcina