Encontrados 217 resultados para: Carne

  • ¿Qué hay más luminoso que el sol? Pues también él se eclipsa. Quien es de carne y sangre urdirá la maldad. (Eclesiástico 17, 31)

  • Si siendo carne guarda rencor, ¿quién le va a perdonar sus pecados? (Eclesiástico 28, 5)

  • El paladar distingue al gustarla la carne de caza; así el corazón prudente las palabras mentirosas. (Eclesiástico 36, 19)

  • E igual el herrero sentado junto al yunque, que examina el hierro bruto; el ardor del fuego enrojece su carne, y en el calor de la fragua se revuelve. El ruido del martillo ensordece sus oídos, y sus ojos están fijos en el modelo. Pone toda su atención en acabar bien su obra y su desvelo en adornarla perfectamente. (Eclesiástico 38, 28)

  • Observó la ley del altísimo e hizo un pacto con él; en su carne estableció su pacto, y en el día de la prueba fue hallado fiel. (Eclesiástico 44, 20)

  • Se muerde a la derecha, y aún se tiene hambre; se come a la izquierda, y no se sacian; todos devoran la carne de su prójimo. (Isaías 9, 19)

  • Aquel día la gloria de Jacob será humillada y enflaquecerá la grasa de su carne. (Isaías 17, 4)

  • Mas hubo alegría y alborozo, sacrificio de bueyes y degüello de carneros, comer carne y beber vino: "Comamos y bebamos, que mañana moriremos". (Isaías 22, 13)

  • El egipcio es un hombre, y no un dios; y sus caballos son carne, no espíritu. El Señor extenderá su mano, y se tambaleará el protector; caerá el protegido y todos a la vez perecerán. (Isaías 31, 3)

  • Con la mitad hace el fuego; y sobre las brasas asa carne, la come y queda satisfecho. También se calienta y dice: "¡Ah, ya me caliento y siento el fuego!". (Isaías 44, 16)

  • No reflexionan, no tienen sentido ni inteligencia para decirse: "He quemado al fuego la mitad de la madera; sobre sus brasas he cocido el pan, he asado carne y la he comido; ¡y con el resto voy a hacer algo detestable; voy a postrarme ante un pedazo de madera!". (Isaías 44, 19)

  • A tus opresores haré comer su propia carne, de su misma sangre se embriagarán como de vino nuevo. Y todo mortal sabrá que yo, el Señor, soy tu salvador y tu redentor, el fuerte de Jacob. (Isaías 49, 26)


“Imitemos o coração de Jesus, especialmente na dor, e assim nos conformaremos cada vez mais e mais com este coração divino para que, um dia, lá em cima no Céu, também nós possamos glorificar o Pai celeste ao lado daquele que tanto sofreu”. São Padre Pio de Pietrelcina